Zonas evacuadas por las crecidas de los ríos, cortes de luz y desprendimientos
WELLINGTON, 4 Abr. (Reuters/EP) -
Los coletazos finales del ciclón 'Debbie', han dejado este martes un rastro de destrucción en el noreste de Australia y Nueva Zelanda, cerrando carreteras y causando grandes desprendimientos.
El ciclón ha azotado algunas zonas de Nueva Zelanda aún en recuperación por el devastador terremoto de noviembre de 2016, y las autoridades meteorológicas advierten de que habrá fuertes lluvias durante días, lo que provocará que en algunas zonas se recogerá en las próximas 48 horas el agua equivalente a tres meses.
"Es una cantidad significativa de lluvia y se ha advertido a los ciudadanos de que vigilen las crecidas de los ríos y corrientes, inundaciones y desprendimientos", ha comunicado la oficina de Meteorología en una alerta climatológica grave.
El estado de emergencia se declaró en la ciudad de Wanganui de la Isla Norte, cuyo alcalde advirtió de que las evacuaciones se llevarían a cabo a primera hora de la mañana ya que se pronosticaba una subida peligrosa del nivel de los ríos.
"Tienen 20 horas para salvar sus objetos de valor y comprobar los daños", ha declarado el alcalde, Hamish McDouall. Las autoridades meteorológicas advirtieron de fuertes lluvias y viento en toda la Isla Norte así como en algunas zonas del Sur.
El ciclón 'Debbie', con categoría cuatro, un nivel menos que el declarado la semana pasada en el estado de Queensland, ha arrasado con complejos turísticos, derribado el tendido eléctrico y cerrado minas de carbón.
SEIS MUERTOS
La Policía australiana ha recuperado este martes tres cuerpos de un coche hundido tras la crecida del río Tweed, en el estado de Nueva Gales del Sur, aumentando a seis el número de personas fallecidas desde que el ciclón comenzara.
Los terrenos montañosos de Nueva Zelanda facilitan los deslizamientos en las carreteras del país y muchas regiones aún se están recuperando del terremoto de magnitud 7,8 que sufrieron en noviembre de 2016.
Las carreteras cercanas al epicentro del terremoto de Kaikoura se han cerrado al tráfico este martes, justo unas horas después de reabrirlas y tras una semana de clausura en la que se han apuntalado alrededor de veinte puntos susceptibles de sufrir desprendimientos. La segunda carretera principal está bloqueada por un deslizamiento de tierra.
El Ejército de Nueva Zelanda se ha mantenido en espera mientras las carreteras permanecían cerradas y al menos una escuela ha sido evacuada.
En Australia, donde el desastre abarca zonas de 1.000 kilómetros desde las islas tropicales de Queensland y la 'Costa de oro', hasta las granjas de Nueva Gales del Sur, cerca de 20.000 hogares están sin electricidad, pues el agua continuó creciendo en algunas zonas.
A los habitantes de Rockhampton, en Queensland, se les ha aconsejado buscar zonas altas mientras continúe la crecida del río Fitzroy, que llegará el jueves a su pronóstico máximo. Las aseguradoras australianas han declarado el suceso como una catástrofe, por su parte las autoridades han advertido de que la recuperación y las reparaciones supondrán meses de trabajo.