MADRID, 29 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los alojamientos de más de 16.000 refugiados etíopes en los asentamientos de Um Rakuba y Tunaydbah, en Sudán, se han visto afectados por las fuertes tormentas registradas durante las últimas, que han arrasado con sus pertenencias y han destruido infraestructuras.
Según ha explicado el portavoz del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) Boris Cheshirkov, casi 4.000 de las 10.000 carpas familiares de estos asentamientos han sufrido daños a causa de fuertes vientos, lluvias y granizadas. Letrinas de emergencia y otro tipo de instalaciones también han quedado destruidas.
"La aparición repentina de condiciones meteorológicas extremas amplifica dramáticamente el riesgo de las personas obligadas a huir del conflicto y la persecución, mientras son los más vulnerables los que sufren desproporcionadamente los efectos del cambio climático", ha lamentado Cheshirkov.
El año pasado, una temporada de lluvias especialmente abundante causó inundaciones y el desbordamiento de ríos, lo que afectó a cientos de miles de desplazados internos, refugiados y comunidades de acogida en Sudán.
ACNUR se encuentra en una carrera contrarreloj y contra la naturaleza para reparar los refugios y garantizar que las familias afectadas tienen acceso a agua limpia y letrinas seguras, mientras se espera que las lluvias se intensifiquen en la temporada de lluvias, que se extenderá hasta octubre.
Cheshirkov ha detallado que ACNUR ha proporcionado mantas, esteras para dormir y se ha enfocado en reabastecer los alimentos. Asimismo, se han distribuido 2.500 'kits' que contienen cuerdas, madera y palos de bambú para ayudar a los más afectados a reforzar sus tiendas de campaña, entre otras acciones.
ACNUR y sus socios han solicitado 182 millones de dólares (más de 153 millones de euros) para atender esta emergencia, 33 millones de dólares (más de 27,7 millones de euros) más que en su anterior llamamiento.
El requerimiento actual incluye fondos adicionales para llevar a cabo mejoras en la infraestructura de los campos, incluyendo la construcción de refugios más duraderos, y para lograr que los refugiados etíopes tengan la protección que necesitan y sus necesidades básicas cubiertas hasta final de año. Hasta el momento, ACNUR ha recibido el 46 por ciento de los fondos solicitados.