Cientos de militares empezaron a abandonar la región el pasado fin de semana en una salida que concluirá el próximo 7 de enero
MADRID, 8 Dic. (EUROPA PRESS) -
La fuerza internacional de la Comunidad Africana Oriental (EAC, por sus siglas en inglés) ha comenzado oficialmente este viernes su proceso de retirada del este de República Democrática del Congo después de que el Gobierno congoleño decidiera poner fin a su mandato tras un año de esfuerzos infructuosos para contener la violencia de las milicias y ganarse la confianza de la población.
La EAC ha concebido una retirada en tres fases a partir de este viernes y que terminará el próximo 7 de enero pero cabe recordar que un centenar de militares kenianos ya partieron el pasado domingo de la capital del estado de Kivu Norte, Goma, con destino a Nairobi.
El primer contingente que abandonará la zona tras el comienzo oficial de la retirada será un grupo de 287 militares sursudaneses como prolegómeno de la salida del resto de tropas, ugandesas y burundesas y, por último, de los responsables en el país de la misión de la Fuerza Regional de la EAC, de acuerdo con el comunicado publicado este viernes por el medio congoleño Actualité.
La misión, que solo ha durado un año, tenía como objetivo proteger a la población civil de las milicias del Movimiento 23 de Marzo (M23), cuyo enfrentamiento con las fuerzas congoleñas había provocado un éxodo regional. Sin embargo, los propios congoleños habían acusado a los elementos de esta misión de actuar codo con codo junto a las propias milicias.
El M23 es un grupo rebelde formado principalmente por tutsis congoleños y que opera principalmente en la provincia. Tras un conflicto entre 2012 y 2013, RDC y el grupo firmaron en diciembre un acuerdo de paz. En dichos combates, el Ejército congoleño contó con apoyo de tropas de Naciones Unidas.
El grupo lanzó una nueva ofensiva en octubre de 2022, recrudecida a partir de noviembre, lo que provocó una crisis diplomática entre RDC y Ruanda por su papel en el conflicto. Kigali ha acusado a Kinshasa de apoyar a las Fuerzas Democráticas para la Liberación de Ruanda (FDLR), un grupo armado rebelde fundado e integrado principalmente por hutus responsables del genocidio de 1994 en Ruanda.