MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -
Las fuerzas de seguridad de Afganistán han cerrado este martes las calles que llevan al Palacio Presidencial y la sede del Ministerio de Exteriores en la capital, Kabul, para intentar arrestar a los guardaespaldas del vicepresidente, Abdul Rashid Dostum, por cargos relacionados con el secuestro y la agresión sexual a un rival político de éste.
Según las informaciones recogidas por la agencia afgana de noticias Pajhwok, las calles y carreteras que llevan al área de Sherpur, donde vive Dostum, han sido cerradas a tal fin.
Fuentes gubernamentales citadas por la agencia han señalado que varios fiscales han reclamado a Dostum que entregue a sus guardaespaldas, petición que ha sido rechazada por el vicepresidente.
En el despliegue han participado decenas de agentes de varios organismos de seguridad del país, algunos de ellos con armamento pesado. Dostum permanece en su vivienda junto a guardaespaldas que cuentan también con armas pesadas.
Por su parte, el vicepresidente afgano ha negado que su residencia esté rodeada por las fuerzas de seguridad, achacando el despliegue a un problema entre policías y miembros de la tribu Tarajail.
Asimismo, ha asegurado que no ha hablado con el presidente, Ashraf Ghani, desmintiendo que haya discutido con él y destacando que un Gobierno débil debilitaría la moral de las fuerzas de seguridad.
En este sentido, ha argumentado que los "enemigos" intentan crear divisiones en el Ejecutivo, tal y como ha recogido la cadena de televisión local Tolo TV.
A finales de enero, la Fiscalía General de Afganistán aprobó una orden de arresto para nueve guardaespaldas de Dostum, después de que Ahmad Eshchi, exgobernador de la provincia de Jauzján (norte), denunciara haber sido secuestrado y violado.
Eshchi sostiene que fue secuestrado en noviembre de 2016 por orden de Dostum y que fue agredido sexualmente con un fusil AK-47 el propio vicepresidente y sus guardaespaldas.
Eshchi, según su versión, fue secuestrado durante un evento deportivo en Jauzján y sus captores le mantuvieron cautivo durante varios días.
El exgobernador mantiene que Dostum ordenó su secuestro porque temía el creciente aumento de su popularidad entre la población de origen uzbeko.
El gabinete del vicepresidente de Afganistán ha señalado que Dostum tiene las mismas garantías que el presidente del país y que, por tanto, es necesaria una mayoría de dos tercios de los parlamentarios para aprobar su destitución.
Por su parte, la Presidencia del país y la Fiscalía General han afirmado que Dostum puede ser procesado y condenado como cualquier otro ciudadano.