MADRID, 18 Nov. (EUROPA PRESS) -
Las fuerzas de seguridad de China han matado a 17 personas, entre ellas varios niños, sospechosos de estar detrás de un ataque perpetrado en septiembre en una mina de la provincia de Xinjiang (oeste) que se saldó con al menos 50 muertos.
Según las informaciones facilitadas por la emisora Radio Free Asia, que cita a fuentes gubernamentales y locales, todas las víctimas, entre las que figuran siete mujeres y niños, pertenecen a tres familias.
Las autoridades chinas han denunciado que los milicianos uigures --pertenecientes a la minoría musulmana del país-- buscan establecer en Xinjiang un Estado independiente llamado Turkestán Oriental y les han acusado de perpetrar numerosos atentados tanto en la provincia como en otros puntos de China.
Frente a estas acusaciones, los activistas y grupos de exiliados uigures, una minoría étnica musulmana que reside en Xinjiang, han denunciado en repetidas ocasiones que las políticas del Gobierno chino reprimen su cultura y su religión.