Un carro de combate en la ofensiva sobre Mosul
GORAN TOMASEVIC / REUTERS
Actualizado: lunes, 20 febrero 2017 17:12


MOSUL (IRAK), 20 (Reuters/EP)

Las fuerzas gubernamentales iraquíes han lanzado una ofensiva sobre el aeropuerto de Mosul, cuyas instalaciones quieren utilizar como base de apoyo para las operaciones sobre la parte occidental de Mosul, aún controlada por el Estado Islámico. La ofensiva sobre la parte oeste de Mosul comenzó este domingo.

Las fuerzas de la Policía federal y unidades de élite del Ministerio del Interior conocidas como Respuesta Rápida encabezan la ofensiva hacia el aeropuerto, situado en el extremo sur de la ciudad. El objetivo es partir en dos el frente que forman el aeropuerto y la localidad de Albu Saif, situada en una zona elevada.

Los milicianos yihadistas están prácticamente rodeados en la parte occidental de Mosul, donde aún quedan unos 750.000 civiles tras la toma de la parte oriental de la ciudad el pasado mes de enero tras más de tres meses de combates.

"Están atacando a nuestras fuerzas y retirándose hacia Mosul", ha explicado un portavoz de las unidades de Respuesta Rápida, el comandante Mortada Ali Abd, en declaraciones a un corresponsal de Reuters desplazado hasta el sur de Mosul. "Si Alá quiere, Albu Saif estará hoy mismo completamente liberada", ha apostillado.

Los helicópteros sobrevuelan Albu Saif en busca de francotiradores y se podía escuchar claramente el fuego de las ametralladoras y morteros en las inmediaciones. Los militares iraquíes han desactivado también un coche bomba utilizado por los yihadistas para dificultar los ataques gubernamentales.

OFENSIVA SOBRE MOSUL

Mientras, continúan los avances de las unidades del Servicio Antiterrorista en torno a la parte occidental de Mosul, protegida por el río Tigris. En total participan en la operación unos 100.000 militares y la artillería y la aviación bombardean el oeste de la ciudad desde hace semanas.

Unos 400.000 civiles podrían tener que huir de sus hogares como consecuencia de los combates en el oeste de Mosul, muy afectada ya por la escasez de alimentos y combustibles, advertía el sábado la coordinadora humanitaria de la ONU para Irak, Lise Grande.

Los mandos reconocen que la batalla por el oeste de Mosul será más difícil que la del este, que duró tres meses, ya que los carros de combate no pueden penetrar en los estrechos callejones de esta parte de la ciudad. Además, se sabe que los milicianos del Estado Islámico --unos 6.000-- han excavado toda una red de túneles y pasadizos para poder atacar entre la población civil y desaparecer de inmediato.

En el oeste de Mosul se encuentra el casco histórico con zocos centenarios, edificios oficiales y la mezquita desde la que el líder del Estado Islámico, Abu Bakr al Baghdadi, proclamó el califato en 2014.

VISITA DE MATTIS

El secretario de Defensa estadounidense, Jim Mattis, ha llegado este lunes a Bagdad en visita sorpresa para evaluar el avance de las operaciones. En la ofensiva sobre Mosul participan unos 5.000 militares estadounidenses.

"Las fuerzas de la coalición están apoyando esta operación y vamos a seguir (...) con esta iniciativa para destruir al Estado Islámico", ha asegurado. Mattis ha subrayado además que las Fuerzas Armadas estadounidenses no están en Irak para hacerse con el petróleo de los iraquíes.

En cualquier caso, el influyente clérigo chií Muqtada al Sadr ha asegurado este lunes que el Gobierno debería exigir la retirada de todas las fuerzas estadounidenses y sus aliados cuando termine la batalla por el control de Mosul. "El Gobierno tiene que exigir que todas las fuerzas ocupantes y las llamadas amigas salgan de Irak para preservar el prestigio y la soberanía del Estado", ha afirmado.

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