MOSUL 28 Nov. (Reuters/EP) -
Las fuerzas iraquíes han comenzado a examinar a cientos de civiles en Mosul en el marco de una serie de controles puestos en marcha para detectar posibles terroristas suicidas en la urbe, incluso en aquellas áreas que han sido recuperadas por el Ejército.
Las autoridades, que verifican si la identidad de los residentes coinciden con el nombre de algún miliciano cuyos datos se encuentren en la base de datos, tienen como objetivo expulsar a los terroristas de cualquier zona de la ciudad.
Según las autoridades, cada vez que las fuerzas de seguridad iraquíes se hacen con un nuevo distrito, tardan aproximadamente una semana en asegurarse de que no quedan milicianos en la nueva zona recuperada.
El Ejército ha afirmado que muchos de ellos están escondidos en túneles, mientras que otros se mezclan entre los desplazados para formar pequeñas células en las zonas más pobladas de Mosul, donde residen más de un millón de personas.
Las fuerzas especiales iraquíes se encontraban patrullando la ciudad cuando la división de inteligencia recibió noticias de que los milicianos continuaban en la zona. Los residentes, que fueron reunidos en una plaza, tuvieron que mostrar sus documentos de identidad.
"Las fuerzas de seguridad buscan a unos 39.000 hombres en Irak", ha señalado Mohamed Ali, un funcionario de Seguridad Nacional, que ha añadido que el 80 por ciento de ellos son terroristas.