BEIRUT/BAGDAD 10 Jun. (Reuters/EP) -
Militares del régiimen sirio con el apoyo de la aviación militar rusa y combatientes respaldados por Estados Unidos han logrado avances por separado contra Estado Islámico este viernes, en nuevas ofensivas que ponen una presión sin precedentes contra el grupo terrorista.
En Irak, las tropas del Gobierno también han luchado para recuperar el control de territorios en un bastión de Estado Islámico cerca de Bagdad.
Un canal de televisión iraquí ha informado de que Abu Bakr al Baghdadi, el líder de Estado Islámico, ha resultado herido como consecuencia de uno de los ataques aéreos de Estados Unidos en el norte del país, si bien no ha habido confirmación oficial de este extremo.
Dos años después de que el grupo proclamase su califato en las zonas bajo su control en Irak y Siria, sus muchos enemigos están realizando avances en varios frentes en ambos países para cercar las dos autodeclaradas capitales de Estado Islámico: Raqqa en Siria y Mosul en Irak.
La milicia de la Fuerza Democrática Siria, apoyada por Estados Unidos (SDF), lanzó una ofensiva la semana pasada para capturar Manbij, el último tramo de territorio en la frontera entre Turquía y Siria que seguía dominado por Estado Islámico en el área.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó que la SDF tomó control de la última ruta hacia Manbij el viernes y que tropas del Gobierno y sus aliados, asistidos por Rusia, capturaron un cruce de caminos en la provincia de Raqqa, en el sur del país.
Los intentos para coordinar una campaña contra Estado Islámico han sido entorpecidos por una guerra civil en Siria que se prolonga ya por cinco años, y por la debilidad del estado iraquí.
El avance de la SDF es la iniciativa más ambiciosa a la fecha de un grupo aliado a Estados Unidos. Y además parece haber motivado a Moscú y su aliado, el presidente sirio Bashar al-Assad, a enfrentar también a Estado Islámico, tras meses en los que Occidente criticó a Rusia por atacar principalmente a otros enemigos de Assad.