TÚNEZ, 22 May. (Reuters/EP) -
Un manifestante ha muerto este lunes tras ser arrollado por un vehículo de la Policía durante las protestas que sacuden el sur del país. Tras la muerte del joven, grupos de manifestantes han incendiado dos comisarías.
Las protestas por el paro tienen su epicentro en la provincia de Tatauín y los manifestantes han asaltado instalaciones petroleras y gasísticas para dificultar la producción y presionar así al Gobierno del primer ministro Yusef Chahed.
"Un joven ha muerto en las protestas de (la ciudad de) Tatauín. Recibió el impacto de un coche de la Policía durante las protestas", ha informado una fuente del Ministerio de Sanidad.
La emisora pública Tatauín Radio ha informado de que grupos de jóvenes han incendiado en represalia dos comisarías de la localidad y de que la Policía se ha retirado para evitar males mayores. Las imágenes difundidas muestran vehículos calcinados en medio de las calles y muros de comisarías tiznados por las llamas.
Anteriormente, los manifestantes han forzado el cierre de la planta de Vana, una de las estaciones de gas y petrólo afectadas durante el fin de semana, después de que Ejército permitiera a un ingeniero que la clausurara para evitar la confrontación.
El Ministerio de Defensa advirtió el domingo de que usaría la fuerza para proteger y recuperar las instalaciones de gas y petróleo en el sur, y este lunes se han producido enfrentamientos en Vana cuando los soldados han recuperado el control para reanudar el bombeo, según dos testigos.
Los manifestantes reclaman empleos y un reparto de la riqueza energética del país y han forzado el cierre de dos estaciones de bombeo de gas y petróleo en las que operan la italiana ENI, la austríaca OMV y la francesa Perenco, y en las que el primer ministro, Yusef Chahed, ya ha desplegado tropas.
Túnez es un pequeño productor de petróleo con unos 44.000 barriles al día, pero los cierres representan un claro reto a la autoridad del gobierno de Chahed y su intento por poner en marcha reformas económicas reclamadas por los acreedores internacionales y consolidar la transición a la democracia en el país iniciada tras la caída del régimen de Zine El Abidine Ben Alí.