MADRID 9 Nov. (EUROPA PRESS) -
Los enfrentamientos registrados desde el domingo entre las fuerzas de seguridad tunecinas y terroristas en el monte Sammema, en la provincia de Kasserine, se han saldado con la muerte de al menos un extremista armado.
Fuentes de seguridad citadas por el diario local 'Business News' han detallado que el objetivo de las operaciones es expulsar a los milicianos de las zonas en las que se han hecho fuertes en el monte, situado cerca de la frontera con Argelia.
La operación fue lanzada apenas un día después del asesinato de un soldado tunecino en su vivienda en esta misma provincia, suceso del que el grupo yihadista Estado Islámico se atribuyó la autoría.
Fuentes de seguridad citadas por el diario local 'Business News' han apuntado que detrás del suceso estaría el grupo armado Jond el Jilafa, una facción disidente de la formación Oqba Ibn Nafaa --vinculada a Al Qaeda- que juró lealtad a Estado Islámico.
Desde el levantamiento de 2011 contra el presidente Zine el Abidine ben Alí, la democracia tunecina ha sido vista como un modelo para la región, pero los milicianos islamistas son uno de los mayores retos para el nuevo primer ministro, Yusef Chahed, quien asumió el cargo el 5 de septiembre.
El Ejecutivo tunecino prorrogó recientemente el estado de emergencia, instaurado a raíz de un atentado cometido en noviembre de 2015 en la capital del país norteafricano por Estado Islámico. Esta medida excepcional amplía las competencias de las fuerzas tunecinas y limita ciertas libertades en aras de la seguridad.
Asimismo, el lunes aprobó una nueva estrategia nacional para combatir "el terrorismo y el extremismo", centrada en la prevención, la protección y la supervisión, si bien por el momento no han trascendido más detalles al respecto.
Más de 3.000 tunecinos se han sumado a la lucha de Estado Islámico en Siria y en Irak, lo que ha hecho saltar todas las alarmas en Túnez ante la posibilidad de un retorno que tendría, como paso intermedio, la caótica Libia.