Sigmar Gabriel, ministro de Asuntos Exteriores de Alemania
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Actualizado: martes, 22 agosto 2017 14:43

BERLÍN 22 Ago. (Reuters/EP) -

El ministro de Exteriores de Alemania, Sigmar Gabriel, ha declarado que Berlín y el resto de Europa deberían respaldar a la mayoría de turcos con "mentalidad democrática", que no sean seguidores del presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, en el marco de la hostilidad verbal constante entre las autoridades de ambos países.

"Más de la mitad del país tiene mentalidad democrática. No le apoyan (a Erdogan). Creo que muchos turcos confían en que Alemania y Europa respalden la democracia en Turquía y no miren al país con impotencia", ha manifestado Gabriel.

El ministro se ha reafirmado en su postura después de que Erdogan haya pedido a los turcos que viven en Alemania que boicoteen a los partidos más importantes en las elecciones generales de septiembre.

Gabriel ha denunciado que, por el carácter personal de los ataques verbales que recibe de Erdogan, su mujer ha recibido amenazas en la clínica dental donde trabajaba. "El punto de vista de Erdogán ha animado a algunas personas a amenazar y acosar a mi esposa", ha dicho.

Un alto cargo de la Unión Demócrata Cristiana de Angela Merkel, Roderich Kiesewetter, ha ido más lejos que el ministro de Exteriores y ha pedido al Gobierno que considerase congelar los activos en el territorio del "clan de Erdogán".

El último intercambio de opiniones entre Ankara y Berlín se debe a una alerta roja de Interpol solicitada por Turquía contra el periodista turco-alemán Dogan Akhanli, detenido en España. Acusado de terrorismo, Ankhanli ha sido liberado pero debe seguir en España mientras las autoridades analizan la solicitud de extradición turca.

"Siempre pensé que estaba seguro en los países europeos y que la sombra de la prepotencia arbitraria (turca) no podría alcanzarme aquí", ha dicho el activista, que pasó largos periodos encarcelado por su activismo político antes de huir de Turquía en 1991.

Erdogan acusa a Alemania de encubrir a los conspiradores del golpe de Estado fallido en Turquía del 15 de julio de 2016. Desde entonces, las autoridades turcas han arrestado a 50.000 personas. Varios políticos occidentales han afirmado que esta serie de detenciones son en realidad una purga de Erdogan para librarse de sus oponentes.

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