LA HAYA, 10 (Reuters/EP)
Gambia ha solicitado este martes a la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que exija a Birmania el fin del genocidio contra la minoría musulmana rohingya en el país, en una vista en La Haya en la que Aung San Suu Kyi encabeza la delegación del Gobierno birmano.
"Todo lo que Gambia pide es que le digáis a Birmania que cese estos asesinatos sin sentido", ha sostenido el ministro de Justicia gambiano, Abubacarr Tambadou, en su intervención inicial.
"Que detenga estos actos de barbaridad y brutalidad que han conmocionado y siguen conmocionando nuestra conciencia colectiva. Que detenga este genocidio de su propia gente", ha añadido.
Gambia presentó una denuncia contra Birmania ante la CIJ en noviembre acusándole de violar sus obligaciones en virtud de la Convención sobre el Genocidio de 1948, de la que el país asiático es parte.
Durante los tres días que durará la vista, Suu Kyi será la encargada de defender la postura de su país, que hasta ahora ha negado haber cometido genocidio y argumentan que las acciones del Ejército birmano se enmarcaron en una respuesta antiterrorista ante los ataques cometidos por milicianos rohingyas a finales de agosto de 2017.
Uno de los abogados de Gambia, Andrew Loewenstein, ha relatado ante el tribunal las informaciones recabadas por una investigación de la ONU, en la que se estima que 750 personas murieron víctimas de la represión lanzada por las fuerzas birmanas en el estado de Rajine en agosto de 2017.
"Había cadáveres en el suelo: jóvenes de nuestro pueblo", ha dicho Loewenstein, leyendo el testimonio de una superviviente entrevistada por los expertos de Naciones Unidas. "Cuando entré en la casa, los soldados cerraron la puerta. Un soldado me violó. Me apuñaló en la nuca y en el abdomen. Intenté salvar a mi bebé, que tenía solo 28 días, pero le lanzaron contra el suelo y murió", ha proseguido.
Suu Kyi ha ignorado las preguntas de los periodistas a su llegada este martes al Palacio de la Paz en La Haya y ha permanecido sentada de manera inexpresiva en la sala mientras el equipo de Gambia detallaba las supuestas atrocidades cometidas en Birmania.
Los relatos expuestos hablan de ejecuciones extrajudiciales, violaciones en masa y quema de familias enteras, abusos todos ellos de los que el Gobierno de Birmania siempre se ha desmarcado. Suu Kyi previsiblemente repetirá este miércoles que las "operaciones de limpieza" en Rajine fueron una respuesta legítima a los ataques previos cometidos por grupos milicianos.
Gambia ha solicitado al término de la sesión alguna medida especial a la CIJ para proteger a la población rohingya, una especie de orden de alejamiento para proteger a esta comunidad de futuros abusos de las Fuerzas Armadas. Otro de los abogados, Philippe Sands, ha subrayado que "solo de esta forma se protegerán los derechos de Gambia y la seguridad de los rohingyas".
PROTESTAS
Fuera del tribunal, decenas de rohingyas se han manifestado para reclamar justicia para las víctimas, mientras que en Rangún, la capital comercial de Birmania, miles de personas se han concentrado en apoyo a la Nobel de la Paz, enarbolando banderas y coreando: "Para proteger la dignidad de nuestro país, con la 'Madre' Suu".
También en los campos de refugiados rohingyas en Bangladesh, cientos de personas se han concentrado en una colina y han coreado "Gambia, Gambia" alzando sus puños. Algunos han realizado oraciones especiales en las mezquitas en los campos y otros muchos han hecho ayuno.
"Lucharemos por nuestros derechos hasta la última gota de sangre. Queremos justicia. Nuestra gente murió, nuestros hijos fueron lanzados al fuego, nuestras mujeres fueron violadas, nuestras casas fueron quemadas", ha reclamado el refugiado Hamid Hossain, que ha pedido "un juicio justo" en La Haya.
Los procedimientos de esta semana ante un panel de 17 jueces no abordarán la denuncia de genocidio propiamente dicha, sino la petición por parte de Gambia de medidas cautelares para que Birmania suspenda cualquier actividad que pueda agravar la disputa.