KATMANDÚ, 11 Jun. (DPA/EP) -
La Policía nepalí ha empleado gases lacrimógenos y cañones de agua contra los manifestantes que protestaban cerca de la residencia del primer ministro en Katmandú este jueves contra la gestión que ha hecho el Gobierno de la pandemia de COVID-19.
En la mayor manifestación desde el confinamiento a nivel nacional impuesto el 24 de marzo, casi 1.000 manifestantes han marchado de forma pacífica por el centro de la capital, reclamando más tests, mejores instalaciones y un plan concreto para contener la propagación y acabar con el confinamiento.
Otros han pedido la repatriación de los millones de trabajadores nepalíes que están varados en varios países debido a las restricciones de viaje impuestas en todo el mundo.
Sin embargo, la protesta se ha tornado violenta después de que la Policía haya intentado dispersar a la multitud con gases lacrimógenos y un cañón de agua. Decenas de manifestantes han sido detenidos. Un portavoz policial, Shyam Lal Gyawali, ha confirmado que ha habido arrestos pero no ha ofrecido cifras.
También ha habido protestas similares en otras ciudades del país. Estas se producen un día después de que el primer ministro, KP Sharma Oli, anunciara un plan de desescalada por fases para acabar con el confinamiento. Aunque no se han dado a conocer los detalles, el Gobierno permitiría la reapertura de tiendas desde este jueves y la circulación de vehículos privados.
Hasta el momento, la COVID-19 ha dejado 4.364 casos en Nepal y 15 fallecidos.