Actualizado: sábado, 12 marzo 2016 4:33

WASHINGTON 12 Mar. (Reuters/EP) -

El general estadounidense John Campbell, que hasta la semana pasada estaba al mando de las operaciones de la OTAN en Afganistán, ha recomendado este viernes ampliar la actividad militar estadounidense a medida que el país trata de mantener a raya a la insurgencia talibán.

Campbell no ha desvelado los poderes específicos que solicitó al Gobierno de Barack Obama antes de abandonar su cargo --como parte de una transición habitual del liderazgo de la operación--, pero ha expresado un sentido de urgencia, "de otra manera no afectaría" a la guerra en 2016.

"No voy a conseguir más gente. Así que la única manera de que pueda tener impacto es cambiar potencialmente algunas de las autoridades que tengo. Estas autoridades tratan con lo que puedes atacar y lo que no, a qué nivel puedes entrenar, asesorar y asistir", ha afirmado Campbell ante un grupo de periodistas en el Pentágono.

"Así que he pedido algunas modificaciones", ha añadido. El comandante que le sustituye, el general John Nicholson, también llegará a intervenir en el asunto.

Campbell ha reconocido que existe frustración ante el largo proceso burocrático que ha habido detrás de las decisiones que se han tomado en Wasington, algo que otros jefes del Pentágono, incluidos los tres últimos secretarios de Defensa de Obama, también han notado.

"Pero realmente os diré que con el presidente Obama, cada vez que voy a hablar con él, salgo con la decisión que realmente estaba buscando", ha asegurado.

Desde la llegada de Campbell a Afganistán en 2014, Obama ha echado para atrás algunos de sus planes de disminuir la presencia a medida que los insurgentes talibán han ido consiguiendo algunos logros, el autodenominado Estado Islámico se ha ido estableciendo en la zona y el número de víctimas entre las fuerzas de seguridad afganas ha ido creciendo.

El Gobierno de Obama también dio a las fuerzas estadounidenses una mayor autoridad para atacar a combatientes de Estado Islámico en Afganistán, que según Campbell podrían cifrarse entre 1.000 y 3.000.

El sucesor de Campbell, Nicholson, hereda un conflicto que está poniendo a prueba a las fuerzas de seguridad nacionales y a los cerca de 13.000 soldados internacionales que aún quedan en el terreno en un momento en que los insurgentes están peleando por o controlando hasta un tercio del país.

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