MADRID, 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Afganistán, Ashraf Ghani, ha condenado este martes el ataque perpetrado por el grupo yihadista Estado Islámico contra la sede de la cadena de televisión Shamshad TV en la capital del país, Kabul, que se ha saldado con al menos dos muertos.
"Los enemigos de Afganistán (...) han mostrado una vez más que no dudan a la hora de atacar la libertad de expresión o a los medios para lograr sus malignos objetivos", ha indicado la Presidencia en un comunicado.
Asimismo, ha recalcado que "los terroristas no pueden restringir la libertad de expresión", afirmando que "es uno de los grandes valores de la Constitución" y prometiendo que "el Gobierno tomará medidas firmes para proteger a los medios de comunicación y a los periodistas".
Por último, Ghani ha expresado sus condolencias a los familiares de los fallecidos, mostrando además su deseo de que "los mártires lleguen al paraíso".
A las condenas se ha sumado el expresidente afgano Hamid Karzai, quien ha manifestado que el ataque "es una violación de la libertad de expresión", según ha recogido el diario local 'The Afghanistan Times'.
"Los enemigos de Afganistán quieren dañar la libertad de expresión con estos ataques, pero se darán cuenta de que no lograrán sus objetivos mientras el pueblo afgano da pasos firmes cada día hacia la victoria", ha recalcado.
Estado Islámico ha reivindicado la responsabilidad por este ataque, en un mensaje publicado por la agencia de noticia de Amaq, en el que ha asegurado que el atentado ha acabado con la vida de 20 agentes de las fuerzas de seguridad.
El ataque ha comenzado en torno a las 10.45 horas de este martes, con una serie de explosiones en la puerta de la cadena, seguidas por la irrupción de entre dos y tres milicianos que han abierto fuego contra el personal que se encontraba en el interior de las instalaciones.
El director de la cadena de televisión atacada, Abed Ehsas, ha dicho que el ataque no impedirá que los periodistas sigan haciendo su trabajo. "Ha sido un ataque contra los medios y contra la voz del pueblo. No ha sido el primer ataque y probablemente no será el último", ha afirmado.
Ehsas ha relatado que los terroristas iban vestidos como policías y que han lanzado varias granadas de mano contra los guardias de seguridad que protegían las instalaciones. El ataque ha acabado con la vida de un guardia de seguridad y ha dejado varios más heridos.
Tras irrumpir en la sede de la cadena, los terroristas "han comenzado a disparar a todo el que tenían a la vista", ha relatado. La mayoría del personal ha conseguido escapar del ataque, algunos trabajadores incluso saltando desde las ventanas. Hay al menos 20 personas heridas, entre trabajadores y periodistas de la cadena.
CONDENAS INTERNACIONALES
La delegación de la Unión Europea (UE) en Kabul ha condenado el ataque, expresando sus condolencias a las familias y deseando una pronta recuperación a los heridos y tildando lo ocurrido de "vil agresión contra la libertad de los medios".
"No tengo dudas de que, pese a este nuevo ataque, los periodistas de Afganistán seguirán trabajando con orgullo en su noble misión. Tienen todo nuestro apoyo", ha dicho el director de la delegación, Pierre Mayaudon.
Por su parte, el encargado de negocios de la Embajada estadounidense en la capital afgana, Hugo Llorens, ha publicado un comunicado condenando "firmemente" el "cobarde ataque", en el que ha manifestado que "los extremistas violentos que buscan dañar a los valientes periodistas de Afganistán no tendrán éxito a la hora de silenciar la libertad de prensa".
En esta línea se ha expresado el subdirector para Sur de Asia de Amnistía Internacional (AI), Omar Waraich, quien ha descrito lo ocurrido como "un crimen horrible que muestra trágicamente los riesgos a los que hacen frente los periodistas afganos durante su legítimo trabajo".
"Las autoridades deben hacer lo que puedan para proteger a los medios del país, permitiéndoles trabajar libremente y sin miedo. Los responsables deben ser llevados ante la justicia a través de juicios justos que no recurran a la pena de muerte", ha dicho.
Así, ha reiterado que "la impunidad para los ataques contra los periodistas debe terminar", añadiendo que "este último ataque subraya el nefasto hecho de que Kabul sigue siendo uno de los lugares más peligrosos del país".
"Los países europeos, que siguen devolviendo a la fuerza a personas a Afganistán deben hacer frente a esta realidad y dejar de lado la peligrosa ficción de que Afganistán y su capital son seguros. Enviando de vuelta a solicitantes de asilo a Afganistán, los ponen en peligro", ha remachado.
Por último, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) ha dicho que "el ataque contra Shamshad TV no es sólo un asalto contra una cadena de televisión, sino contra la libertad de prensa en Afganistán".
"El Gobierno afgano debe hacer todo lo que esté en su poder para garantizar la seguridad de los periodistas y trabajadores de los medios", ha indicado el coordinador del Programa para Asia del CPJ, Steven Butler.