Ataque en Duma, en Ghuta Oriental
REUTERS / BASSAM KHABIEH
Actualizado: miércoles, 29 noviembre 2017 16:21


MADRID, 29 Nov. (EUROPA PRESS) -

El enclave sirio de Ghuta Oriental, a solo unos pocos kilómetros de Damasco, sufre la mayor tasa de desnutrición infantil que se ha registrado en Siria desde el inicio de la guerra --marzo de 2011--, según una encuesta realizada por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).

Cerca de 400.000 personas --aproximadamente la mitad de ellas niños-- están atrapadas en esta zona, bloqueada por el régimen de Bashar al Assad desde mediados de 2013. La persistencia violencia, el bloqueo a la ayuda humanitaria y el alto precio de los alimentos ha llevado al límite a la población.

Según UNICEF, el 11,9% de los niños menores de cinco años sufren desnutrición aguda, una drástica subida en comparación con el 2,1 por ciento registrado durante un estudio similar en enero. Más de una tercera parte de los niños cubiertos por el último estudio sufren retraso en su crecimiento, lo que aumenta el riesgo de un desarrollo tardío, enfermedad y muerte.

La agencia de la ONU ha advertido también en un comunicado de que las tasas de desnutrición aguda cada vez son más altas entre niños muy pequeños. Algunas informaciones apuntan que las madres de niños menores de dos años han reducido o terminado con la lactancia materna debido a que ellas mismas están desnutridas y a la constante violencia.

La subida de los costes de alimentos básicos y suministros también ha hecho que preparar comida esté fuera del alcance de la mayoría, ya que por ejemplo la ración básica de pan cuesta en Ghuta Oriental 85 veces más que en Damasco y una bombona ronda los 300 dólares, frente a los 44 que se paga por ella en la capital.

El director de UNICEF para Oriente Próximo y el norte de África, Geert Cappelaere, ha advertido de que los niños "están viviendo en condiciones muy duras" y ha reclamado el fin del asedio para que pueda entrar la ayuda que se necesita para "salvar vidas".

"Este drástico aumento de la desnutrición confirma, como si fuera necesaria más evidencia, que el aumento de la violencia y el uso del asedio ha devastado la salud de los niños", ha añadido Cappelaere. Los niños, ha recordado, "son los que más sufren las consecuencias en las zonas sitiadas".

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