MADRID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
El gobernador de la provincia yemení de Shabwa, Awad al Awlaki, ha sobrevivido a un atentado con bomba preparado contra su convoy en medio de las últimas semanas de violenta crisis interna entre las diferentes facciones que conforman el Consejo de Liderazgo Presidencial (CLP) de Yemen, en su lucha contra la insurgencia huthi.
Según un comunicado de su oficina, la comitiva de seguridad del gobernador identificó una bomba en la carretera donde circulaba su vehículo cuando volvía desde Nisab a la capital de la provincia, Ataq. Sus guardaespaldas procedieron a desmantelar el artefacto explosivo y han comenzado "investigaciones de seguridad e inteligencia para localizar a los responsables", según la nota recogida este sábado por el portal de noticias South24.
A mediados de este mes, autoridades yemeníes acusaron de rebeldía a las fuerzas del que fuera en su momento el gran partido de oposición del país, Al Islá, tras una semana de violentos enfrentamientos entre facciones en Shabwa, que comenzaron precisamente cuando Al Awlaki decidió destituir a un comandante de las milicias del partido, lo que desencadenó graves enfrentamientos callejeros entre unidades de seguridad rivales en la capital.
Así las cosas, Al Awlaki acabó ordenando a las fuerzas paramilitares de las Brigadas de los Gigantes -- pertenecientes a grupos separatistas del sur, también afines al CLP -- que llevaran a cabo una operación para reprimir a las fuerzas de Al Islá, en una intensificación de los enfrentamientos que terminaron dejando 28 muertos y más de 60 heridos en la provincia.
Los críticos de Al Islá acusan a la formación, vinculada en su momento a Hermanos Musulmanes, de mantener una complicidad con la insurgencia huthi y de ser, en general, actores tóxicos contra la frágil unidad de las autoridades yemeníes en su lucha contra los huthis.
Esta tensión se extiende al plano internacional, principalmente Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, grandes representantes de la coalición internacional que auxilia a las autoridades yemeníes, y que a veces dividen lealtades entre los miembros que forman la alianza nacional yemení contra los insurgentes.
Arabia Saudí extiende su cortesía a las fuerzas del Gobierno mientras Emiratos se muestra más favorable a los separatistas del sur de país, aliados a regañadientes del Gobierno yemení y de Al Islá a pesar de estas violentas fricciones en su causa común contra los huthis.