TOKIO, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
El gobernador de Tokio, Yoichi Masuzoe, ha presentado este miércoles su dimisión tras varias semanas haciendo frente a las críticas por el uso de fondos públicos con fines privados, pese a que inicialmente había rechazado abandonar el cargo.
Masuzoe, que llegó al cargo en 2014 con el apoyo de la coalición del primer ministro Shinzo Abe, ha presentado finalmente su dimisión este miércoles, horas antes de que se celebrara un voto de confianza, que se esperaba que iba a perder. Según la emisora NHK, la asamblea municipal ha aceptado la renuncia.
"No tengo nada sino un sentimiento de pesar y soy el único responsable de todo", ha declarado ante la asamblea, tras la aprobación de su renuncia. Según Reuters, responsables del Partido Liberal Democrático (PLD) de Abe se reunieron antes con el gobernador y le pidieron que dimitiera, por temor a los efectos que su permanencia podría tener en las elecciones del próximo mes a la Cámara Alta.
El pasado 6 de junio, el gobernador había pedido perdón por el uso "inadecuado" de dinero público para costearse las vacaciones y comprar obras de arte.
Un medio de comunicación nipón había revelado que Masuzoe pagó con dinero público una estancia en un hotel junto a su familia en las vacaciones de Año Nuevo de 2014, en un viaje que, según dos investigadores nombrados por el regidor capitalino, tenía fines privados.
Además, el líder regional --un conocido amante del arte-- compró varias obras a través de Internet tirando de las arcas públicas, según ha informado la televisión pública japonesa, NHK. Los investigadores concluyeron que, si bien se trata de un uso "inadecuado" del dinero público, no es ilegal porque en Japón las leyes no limitan su utilización.
El caso generó una enorme polémica, por lo que Masuzoe decidió comparecer ante la prensa para dar explicaciones. "Pido perdón por preocupar al pueblo de Tokio", dijo entonces, asegurando que "no hay límite" para su "vergüenza".
Asimismo, prometió devolver todo el dinero "aunque sea poco a poco", pero descartó dimitir. Su antecesor en el cargo, Naoki Inose, ya tuvo que renunciar por un escándalo de financiación que saltó pocos meses después de que Tokio ganara la nominación olímpica para 2020 y que amenazaba con retrasar los preparativos.