MANILA, 5 Feb. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Filipinas ha acusado este domingo a los obispos católicos de estar "fuera de contacto" con la realidad del país después de que los religiosos emplearan sus sermones dominicales para criticar la guerra contra las drogas emprendida por el presidente del país, Rodrigo Duterte, que en su opinión ha creado un "reino del terror" para los pobres.
El portavoz presidencial, Ernesto Abella, ha contesstado a los miembros de la Conferencia Episcopal de Filipinas (CBCP, por sus siglas en inglés) que dejen de exagerarla campaña del presidente, Rodrigo Duterte, y que en lugar de criticar contribuyan al "reino de la paz" que siente ahora la gente inocente.
Abella, un ex pastor, dijo que la guerra contra las drogas ha hecho más seguro al país, "lejos del 'terror' que los obispos retratan de forma bastante dramática". "Los funcionarios de la CBCP parecen estar fuera de onda con los sentimientos de los fieles, que apoyan de forma abrumadora los cambios en Filipinas", afirmó Abella en un comunicado.
Más de 7.600 personas han muerto desde que Duterte lanzó su campaña antidrogas siete meses atrás, 2.500 de ellas en las operaciones policiales. Tanto el Gobierno como la Policía niegan de forma rotunda la existencia de ejecuciones extrajudiciales.
En un discurso en la noche del domingo, Duterte despreció la carta de los obispos y dijo que no detendrá la campaña. "Ustedes católicos, si creen en sus sacerdotes y obispos, quédense con ellos. Si quieren ir al cielo, entonces vayan con ellos", afirmó. "Ahora, si quieren acabar con las drogas (...) iré al infierno, vengan y únanse a mí", ha concluido.