SITTWE (BIRMANIA), 12 (Reuters/EP)
El Gobierno de Birmania ha organizado la primera visita oficial que permite la entrada de periodistas extranjeros al estado de Rajine desde el comienzo de la represión contra la minoría musulmana rohingya en octubre de 2016, un viaje en el que el Ejecutivo promete no poner "restricciones" a los periodistas, según han declarado este miércoles las autoridades del país.
Dieciocho periodistas birmanos y extranjeros de medios de comunicación internacionales, han llegado este miércoles a Sittwe, la capital del estado de Rajine, para participar en una visita guiada por el Gobierno en las zonas de Buthidaung y Maungdaw, en el norte. El comité también incluye a la relatora especial de Naciones Unidas, organización a la que el Gobierno niega la entrada al país.
"No hay restricciones con respecto a las áreas de las que se puede informar", ha declarado Thet Swe, un responsable del Ministerio de Información. "No hemos organizado ningún lugar 'para mostrar' en las noticias", ha añadido.
Las autoridades birmanas han bloqueado la entrada de periodistas independientes y organizaciones de Derechos Humanos a la zona desde la escalada del conflicto.
Los reporteros estarán protegidos por la Guardia Policial Fronteriza de Birmania, un cuerpo paramilitar, según ha informado Thet Swe. Aunque el acceso a los diferentes lugares no sería restringido, ha declarado, los periodistas deben permanecer cerca de los agentes durante las visitas a las aldeas por su propia seguridad.
La ruta de cinco días no incluye visitas a algunos pueblos en los que se han documentado graves violaciones de Derechos Humanos cometidos por las fuerzas de seguridad contra rohingyas. Los periodistas sí conocerán la aldea de Tin May, donde estalló una bomba el domingo. El Ejército arrestó a una persona y mató a dos sospechosos de haber organizado el ataque, según informó el Gobierno.
Thet Swe ha comunicado que el plan no estaba "fijado" y que podría haber cambios en función de las condiciones climáticas y de seguridad. Los periodistas también pueden sugerir lugares, ha propuesto.
A pesar de la prohibición de entrada de una misión de Naciones Unidas para investigar las acusaciones contra el Ejército por crímenes de lesa Humanidad, la relatora especial de Derechos Humanos de la ONU, acudirá a la zona esta semana. Aunque no se espera que visite las zonas del norte, cerca de la frontera con Bangladesh, va a entrevistar a personas desplazadas.
EL CONFLICTO
En octubre de 2016 murieron nueve guardias fronterizos en el norte de Rajine en ataques que el Gobierno de la premio Nobel Aung San Suu Kyi atribuyó a grupos armados rohingyas, desencadenando una ofensiva militar contra el grupo étnico que provocó la huída de 75.000 personas a Bangladesh. Naciones Unidas ha abierto una investigación contra el Ejército, a quien ha acusado de violaciones en grupo, asesinatos, torturas y quema de viviendas, acciones que podrían ser juzgadas como crímenes contra la Humanidad.
El Gobierno ha negado la mayoría de las acusaciones y no ha permitido la entrada de una misión de investigación de Naciones Unidas, algo que, según la presidenta, aumentaría la tensión en la región. La Policía birmana ha informado de la apertura de una investigación interna, encabezada por el vicepresidente y exteniente general del Ejército, Myint Swe, y una comisión dirigida por el antiguo secretario general de Naciones Unidas Kofi Annan. La evaluación no tiene, sin embargo, el mandato de investigar violaciones contra los Derechos Humanos.
El Gobierno de Birmania cree que los rohingya son descendientes de inmigrantes de Bangladesh, los considera ilegales en el país y no pueden acceder a derechos como la nacionalidad. Tras la muerte de los agentes en octubre, los militares intervinieron en Maungdaw, restringiendo el acceso de la ayuda humanitaria e impidiendo a los locales actividades como la pesca y la agricultura.