DACA/RANGÚN, 6 Feb. (Reuters/EP) -
El Gobierno birmano continúa en "un estado de negación" sobre las "atrocidades" que está llevando a cabo su Ejército contra la minoría musulmana rohingya en el estado de Rajine, según han afirmado varios jefes diplomáticos presentes en una reunión este lunes en Bangladesh.
El encuentro, que se ha celebrado a puerta cerrada, ha reunido a decenas de diplomáticos, representantes de los Gobiernos bangladeshí y birmano y responsables de varias agencias internacionales. La reunión ha tenido lugar unos días después de que el Alto Comisionado para los Derechos Humanos de Naciones Unidas, Zeid Raad Al Husein, acusara en un informe al Ejército de Birmania de cometer una serie de atrocidades contra los rohingya, desde violaciones en masa hasta la ejecución de bebés.
"Cuando Bangladesh habló de los horribles actos cometidos por las fuerzas de seguridad birmanas, los representantes de Birmania no estuvieron de acuerdo y se mostraron en un absoluto estado de negación", ha explicado H.T. Imam, consejero político del primer ministro bangladeshí, Sheij Hasina, que también acudió a la reunión.
Al Hussein, en una entrevista con el diario estadounidense 'The New York Times', ha asegurado que la líder birmana, Aung San Suu Kyi, se mostró "realmente emocionada" al leer el informe, pero que no expresó ningún tipo de negación ante los hechos ni intentó defenderse.
Aunque la premio Nobel de la Paz no tiene ningún tipo de control sobre las fuerzas de seguridad del país, que continúan gozando de gran autonomía e influencia tras la dictadura, sí controla los Ministerios de Asuntos Exteriores y de Información, que han sido los que han determinado la respuesta de la opinión pública en Birmana sobre la crisis en Rajine.
Suu Kyi ha sido muy criticada por los países occidentales por no habla abiertamente sobre los abusos cometidos contra la minoría rohingya. No es la primera vez que el Gobierno birmano niega cualquier tipo de acusación sobre supuestas ejecuciones extrajudiciales, violaciones e incendios provocados. Las autoridades alegan que el Ejército está simplemente llevando a cabo una campaña contra los insurgentes en el Estado de Rajine de una forma totalmente legal.
Aye Aye Soe, subdirectora del Ministerio de Asuntos Exteriores, ha afirmado este lunes que el Gobierno birmano se ha tomado el informe de la ONU muy en serio y que llevará a cabo una investigación acerca de los hechos.
No obstante, ha añadido que Birmania ha sido víctima de un proceso de "desinformación y noticias falsas" sobre el tema. "No sabemos si estas acusaciones son ciertas. Si conseguimos demostrar que lo son, tomaremos medidas", ha añadido.
SUPUESTOS INMIGRANTES ILEGALES
Alrededor de 1,1 millones de rohingya viven en el norte de Birmania, en condiciones muy similares al apartheid que sufrieron los afroamericanos en Sudáfrica hace años. La inmensa mayoría de los birmanos son budistas y de la etnia burma, por lo que consideran que los rohingya, que profesan la fe musulmana, son inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh, a pesar de que son un colectivo originario del Estado de Rajine.
El pasado 9 de octubre el Ejército birmano puso en marcha una operación militar en Rajine, motivado por un ataque contra un puesto fronterizo en la región que causó la muerte de 9 militares. Desde entonces, más de 69.000 rohingya han huido a Bangladesh. El informe presentado por la ONU se basa en los testimonios de 220 de estos desplazados.
La reunión que ha tenido lugar este domingo en Daca tenía como principal objetivo esbozar el plan que seguirá Bangladesh para trasladar a los miles de refugiados procedentes de Birmania que viven en campos cerca de la frontera a una isla remota en la bahía de Bengala.
La presencia de tantos refugiados rohingya en Bangladesh ha sido un motivo de tensión entre los dos países vecinos. Birmania ha señalado que sólo está dispuesto a aceptar la entrada de vuelta a Rajine de todos aquellos que huyeron a Bangladesh antes de octubre.
Las autoridades birmanas ya han anunciado que han puesto en marcha una investigación sobre las alegaciones hechas por Naciones Unidas. La investigación la levará a cabo la comisión del Gobierno birmano en Rajine, liderada por el vicepresidente del país, el antiguo general U Myint Swe.
Zaw Myint Pe, secretario de la comisión, ha explicado este lunes que hasta la fecha han sido incapaces de demostrar que tuvieran lugar violaciones por parte de los militares en Rajine. Según Myint Pe, las mujeres con las que han hablado no han proporcionado testimonios suficientemente creíbles. "La forma en la que hablaba no era real, era como si alguien la hubiera enseñado. Era muy difícil determinar si era verdad lo que decía o no", ha asegurado.
Según Myint Pe, los pueblos rohingya son como "laberintos", donde los insurgentes se esconden con facilidad para atacar a las tropas desplegadas en la región. Por otro lado, ha justificado el comportamiento de algunos soldados alegando que debido a la violencia y a la confusión del combate se pueden haber producido actos de insubordinación. "Cuando los soldados se enfadan, puede que se produzcan abusos de poder", ha dicho.