MADRID, 25 Ago. (EUROPA PRESS) -
La ministra de Desarrollo Social de Chile, Jeanette Vega, ha dimitido este jueves del cargo tras la difusión de la conversación entre una asesora de su departamento y el líder mapuche Héctor Llaitul, que precisamente fue detenido el miércoles por varios delitos, incluido atentado contra el Estado.
La primera baja ministerial de la etapa de Gabriel Boric como presidente se ha consumado en cuestión de horas, después de que el portal de noticias Ex-Ante revelase el contenido de un informe de la Policía de Investigaciones en el que se recogía el contenido de la polémica llamada, realizada el 11 de mayo.
A un lado estaba Tania Santis, asesora de Vega, y al otro el líder de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM), Héctor Llaitul, que esa misma mañana había llamado a la "resistencia armada" frente a la emergencia que tenía previsto declarar Boric en la zona sur del país.
La asesora le trasladó al indigenista que Vega quería hablar con él y, días más tarde, la ministra afirmó en una polémica entrevista que había presos políticos mapuches. La ola de críticas la obligó a retratarcarse en apenas unas horas.
Tras una reunión de urgencia de los ministros, Boric ha informado desde la región de Atacama que ha aceptado la dimisión de la titular de Desarrollo Social, asumiendo que en este caso es necesario "hacer valer la responsabilidad política".
"Debemos ser cuidadosos del fondo y también de la forma", ha dicho el mandatario, que se ha mostrado a favor del diálogo en cualquier caso. Asimismo, ha lamentado la "filtración" de información correspondiente a procesos judiciales en curso.
Sobre la situación de Llaitul, Boris ha subrayado que "nadie está por encima de la ley" y ha lamentado la "nula disposición" de la CAM a abandonar la vía violenta. El Gobierno de Chile, ha defendido, "tiene la voluntad sincera de avanzar hacia una solución de fondo en el conflicto que tenemos en el sur", informa 'El Mercurio'.
Llaitul fue detenido en la localidad de Cañete, a raíz de una investigación iniciada en 2020 por el Gobierno del entonces presidente, Sebastián Piñera, y continuada ahora por el Ejecutivo de Boric. Las declaraciones públicas de Llaitul defendiendo la lucha armada han sido claves para avanzar en su detención.