BRASILIA 16 Abr. (Reuters/EP) -
El Palacio de Planalto se ha convertido este viernes en un centro de peregrinación de diputados y gobernadores, en un intento de último minuto que podría haber dado un nuevo impulso al Gobierno para frenar la aprobación de un proceso de juicio político contra la presidenta Dilma Rousseff en la Cámara de Diputados.
Rousseff ha pasado el día contactando con diputados --en persona y por teléfono--, y los aliados del Gobierno afirman que ha sido posible cambiar cerca de dos decenas de votos, lo que aproximaría la cifra de rechazo a la impugnación a entre 190 a 200 votos.
"Superamos los 172 votos que necesitamos y aún tenemos un grupo para trabajar de 36. Estamos muy por sobre el margen de error", ha asegurado Sílvio Costa, del Partido Laborista de Brasil, quien dice que ha mostrado a la presidenta cuántos votos están garantizados estado por estado. "Ella está muy feliz", ha agregado.
Durante el día, la presidenta ha recibido a los gobernadores de Maranhão, Ceará, Bahia, Amapá, Paraíba y Piauí y a parte de las bancadas de Bahia y Ceará, además de diversos grupos de diputados.
Entre los asistentes han estado el líder del Partido de Movimiento Democrático Brasileño (PMDB) en la Cámara baja, Leonardo Picciani, y los ministros del conglomerado Kátia Abreu, de Agricultura; Celso Pansera, de Ciencia y Tecnología; y Marcelo Castro, de Salud.
El mayor cambio se habría dado en el Partido Progresista, que esta semana decidió abandonar el Gobierno e interrumpir las negociaciones para ocupar cargos que antes pertenecían al PMDB. El vicepresidente de la Cámara baja, Waldir Maranhão, ha indicado a la mandataria que votaría contra el juicio político junto a otros 11 legisladores del partido.
Según un parlamentario que participó en los encuentros con la presidenta, está creciendo una sensación "favorable". El Partido Social Democrático, por ejemplo, que también declaró que abandonaría el Gobierno y apoyaría el juicio político, entregaría cerca de 12 votos a Rousseff, según el parlamentario.
Sin embargo, en la noche del viernes el ministro de Ciudades, Gilberto Kassab, ha entregado su renuncia al cargo de manera irrevocable debido a las presiones del partido, según han informado a Reuters fuentes del Palacio de Planalto, aunque aún no ha sido confirmado oficialmente.