LONDRES, 15 May. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno británico prevé que el Parlamento británico vuelva a pronunciarse en la primera semana de junio sobre el acuerdo de retirada que ha pactado con la UE para que el país abandone el bloque comunitario, aunque ya ha avisado de que será la cuarta y última vez que lo someta a votación.
El Ejecutivo de Theresa May ya ha acumulado tres fracasos parlamentarios a cuenta de un acuerdo que en Bruselas ya han dejado claro que no renegociarán. Por este motivo, y en un aparente intento por frenar la rebelión interna, ha lanzado el que podría ser el órdago definitivo.
Downing Street confirmó el lunes que la Ley del Acuerdo de Retirada será sometida de nuevo a votación "en la semana que arranca el 3 de junio". "Es imperativo que lo hagamos si Reino Unido va a abandonar la UE antes del receso parlamentario de verano", ha aseguró la oficina de May tras una nueva ronda de contactos con los laboristas.
De ellos depende que la ley salga adelante, en la medida en que los conservadores siguen divididos sobre cuál debería ser la salida a la actual crisis. El diputado Owen Paterson ya ha advertido este martes de que los 'tories' euroescépticos volverán a decir 'no' al acuerdo.
Fuentes del Gobierno citadas por la BBC han señalado que la de junio será la última oportunidad parlamentaria para dar luz verde al texto, es decir, que no habrá una quinta opción. En este sentido, un nuevo 'no' implicaría ya optar por un divorcio abrupto o por paralizar todo el proceso para que Reino Unido siguisiese formando parte de la UE.
Un portavoz laborista ha puesto en duda la "credibilidad" de los compromisos a los que pueda llegar el Gobierno por los llamamientos a "reemplazar" a la primera ministra. No obstante, ha pedido un "nuevo movimiento" al Ejecutivo para poder acercar posturas, aunque desde el gabinete ya han dejado claro que la permanencia en la unión aduanera no es una de las opciones que están encima de la mesa.
Reino Unido tiene ahora de plazo hasta finales de octubre para completar la ratificación del acuerdo de retirada, razón por la cual el 23 de mayo los británicos estarán llamados de nuevo a las urnas para elegir a sus representantes en el Parlamento Europeo. El Ejecutivo de May confía en que estos eurodiputados no lleguen a tomar posesión de sus escaños.