Corbyn se opone a la convocatoria pero asegura que no la bloqueará si llega a ser votada en el Parlamento de Londres
LONDRES, 13 (Reuters/EP)
El Gobierno británico ha asegurado este lunes que la celebración de un nuevo referéndum de independencia en Escocia traería más división y provocaría daños económicos en un momento crucial para el futuro del país, cuando afronta su salida de la Unión Europea.
"La evidencia muestra claramente que la mayoría de las personas en Escocia no quieren un segundo referéndum de independencia. Otro referéndum sería divisivo y causaría una enorme incertidumbre económica en el peor momento posible", ha afirmado un portavoz del Ejecutivo de Londres, en un comunicado.
El portavoz de May ha recordado que el referéndum de independencia en Escocia fue en 2014 y que el propio Ejecutivo de Edimburgo defendió que fuera la única votación sobre el tema. "Hace solo poco más de dos años que Escocia votó decisivamente a favor de permanecer como parte de Reino Unido en un referéndum que el propio Gobierno de Escocia definió como 'una votación única en una generación'", ha señalado.
POSTURA LABORISTA
Por su parte, el líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, ha asegurado que su formación no apoya la celebración de un segundo referéndum de independencia pero ha dejado claro que si la consulta es aprobada por el Parlamento de Edimburgo, los laboristas no la bloquearán en Westminster.
"Si hay un segundo referéndum de independencia, el Partido Laborista se opondrá a la independencia porque no va con los intereses de ninguna parte del país una ruptura de Reino Unido", ha afirmado Corbyn, en una serie de mensajes publicados en su cuenta oficial de Twitter. "Sin embargo, si el Parlamento escocés aprueba tener un segundo referéndum de independencia, el Partido Laborista no bloqueará esa decisión democrática en Westminster", ha añadido.
Corbyn ha subrayado que los laboristas votarán en contra de convocar la consulta en el Parlamento escocés y ha recordado que el referéndum de 2014 fue "decisivo" y que no "hay ganas" para que se celebre otra consulta popular.
Por su parte, la Comisión Europea ha optado por no hacer comentarios en detalle sobre el anuncio de Sturgeon, alegando que se acaba de conocer, si bien su portavoz en jefe, Margaritis Schinas, ha recordado que como norma Bruselas no se pronuncia sobre cuestiones que afectan "al orden constitucional interno" de los Estados miembros.
Además ha declarado que el Ejecutivo comunitario "aplica" la llamada doctrina Barroso sobre la independencia de territorios de Estados miembro, en cuanto a que pasarían a ser terceros países que deberían partir de cero y negociar de nuevo su adhesión al bloque comunitario.
La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, ha anunciado este lunes que pedirá autorización al Parlamento de Edimburgo para aplicar la sección 30 de la legislación escocesa, que permite la convocatoria de una consulta popular.
Su objetivo es poder convocar un referéndum de independencia entre octubre de 2018 y la primavera 2019 para que los escoceses voten sobre su propio futuro teniendo en cuenta las consecuencias de la aplicación del 'Brexit'.