LONDRES, 7 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno británico está preparando ya la ley que tendría que aprobar el Parlamento para iniciar el proceso de salida de la Unión Europea, a pesar de que la primera ministra, Theresa May, confía en que la Justicia le termine dando la razón y no sea necesario el visto bueno de las dos cámaras.
Los planes de May de invocar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa antes de marzo de 2017 para iniciar el 'Brexit' se vieron truncados la semana pasada por la decisión del Tribunal Superior de Londres, que concedió al Parlamento la última palabra.
El Gobierno ha recurrido la sentencia, pero fuentes citadas por la cadena Sky News han asegurado que ha comenzado a redactar el texto para poder sacarlo adelante en el Parlamento sin que varíe el calendario previsto. No en vano, podría necesitar al menos seis semanas para sortear todos los trámites.
Downing Street, sin embargo, no ha confirmado la redacción de la ley y oficialmente sigue insistiendo en que el Ejecutivo está concentrado en imponer su punto de vista en los tribunales.
El ministro del 'Brexit', David Davis, ha comparecido este lunes en el Parlmento y ha reconocido que el recurso podría no resolverse hasta enero.
La división es evidente, ya que el actual Parlamento está formado en su mayoría por diputados contrarios al 'Brexit' y no han faltado las denuncias de falta de garantías democráticas por la intención de May de sortear al Legislativo.
"El Gobierno ha asumido su función de una forma errónea. me temo que se está desarrollando de la forma más (...) fea", ha apuntado el portavoz sobre el 'Brexit' del opositor Partido Laborista, Keir Starmer. "Solo el parlamento puede promulgar y derogar leyes", ha apostillado.
Sin embargo, Davis ha evocado el recurrente mantra de May de que el Gobierno tiene que asumir "la voluntad del pueblo". Así, ha manifestado la disposición del Gobierno a consultar al Parlamento, pero no a costa de "enseñar sus cartas" en la negociación con Bruselas.
"No vamos a conseguir un buen resultado para la negociación si la llevan las 650 personas que están en la Cámara de los Comunes. Ninguna negociación de la historia se ha hecho así", ha apostillado Davis. "De hecho, si el Parlamento insiste en una posición de mínimos detallada para la negociación, esa misma posición se convertirá rápidamente en la mejor oferta de los negociadores rivales", ha argumentado.