LONDRES, 15 Jul. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Reino Unido ha rechazado permitir la utilización de cañones de agua para dispersar manifestaciones en Inglaterra, Gales y Escocia, ya que considera que este tipo de medidas podría perjudicar la imagen que tiene la ciudadanía de sus fuerzas de seguridad.
Tras los disturbios de 2011 en Londres, varios dirigentes policiales y políticos solicitaron al Ejecutivo que permitiese el uso de mangueras, una práctica habitual en otros países de Europa y en Irlanda del Norte. El propio primer ministro, David Cameron, se mostró a favor de estos sistemas.
El año pasado, el alcalde de Londres, Boris Johnson, solicitó permiso para poder comprar a la Policía Federal alemana tres máquinas de segunda mano. Sin embargo, requería del permiso del Ministerio del Interior, liderado por Theresa May.
May ha anunciado este miércoles el rechazo de estas adquisiciones por considerar que se trata de sistemas con una eficacia limitada y susceptibles de causar "graves heridas", lo que en última instancia podría perjudicar la confianza en la Policía. "Espero que la decisión sea bien recibida por mucha gente", ha alegado la ministra ante la Cámara de los Comunes.
Johnson, sin embargo, ya ha dicho a la BBC que se trata de una "decisión equivocada" y ha advertido de que los cañones de agua podrían ser necesarios en caso de nuevos disturbios. En este sentido, ha "aceptado" que "nadie quiere ver que se usan", pero ha planteado la importancia de tenerlos en "reserva" para el futuro.