El Gobierno de Canadá, en el punto de mira tras la muerte de Aylan

TORONTO, 3 Sep. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Canadá ha sido objeto de críticas por parte de partidos opositores y movimientos de Derechos Humanos después de que haya trascendido que la familia de Aylan, el niño sirio que se ahogó el miércoles en una playa turca, intentó conseguir asilo en el país norteamericano.

La imagen del cadáver de Aylan ha sacudido conciencias y ha llegado hasta Canadá, donde se han acrecentado las dudas acerca de los actuales protocolos establecidos para la concesión del estatus de refugiado. La solicitud de la familia no fue aprobada por el Gobierno.

El ministro de Inmigración, Chris Alexander, ha interrumpido su participación en la campaña electoral para volver a Ottawa y responder a la crisis de los refugiados. Alexander ha explicado que se reunirá con autoridades para analizar el drama migratorio y, en particular, el caso de Aylan.

"La trágica foto del niño Aylan Kurdi y las noticias sobre el fallecimiento de su hermano y su madre han roto corazones en todo el mundo", ha asegurado el ministro en un comunicado.

El líder del Nuevo Partido Democrático, Thomas Mulcair, ha lamentado en un emotivo discurso que uno de sus diputados intentó ayudar a la familia a llegar a Canadá. "Esos niños podrían haber ido al colegio la próxima semana (...). Es un fracaso de la comunidad internacional, es un fracaso de Canadá", ha lamentado.

Las duras imágenes han sacudido al país norteamericano a mes y medio de que se celebren unas elecciones parlamentarias en las que el primer ministro, Stephen Harper, aspira a la reelección al frente de un gobierno conservador.

CIFRAS Y PLAZOS

Alexander ha defendido este jueves que el Ejecutivo ya se había marcado como objetivo acoger a 23.000 refugiados iraquíes y 11.300 sirios y que, ahora, añadirá a 10.000 personas más vinculadas a "minorías étnicas y religiosas" de la región. El líder liberal, Justin Trudeau, ha pedido al Gobierno que acepte inmediatamente a 25.000 refugiados sirios.

Las ONG han denunciado en reiteradas ocasiones que el proceso de resolución de una solicitud de asilo es demasiado largo. En julio, las propias autoridades estimaron que les llega en torno a 45 meses procesar una solicitud impulsada por organizaciones o ciudadanos canadienses.