MADRID, 2 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno del presidente chileno, Gabriel Boric, ha presentado su esperada reforma tributaria, una iniciativa que "no apunta solo al sector más rico" y que será fundamental para financiar la agenda de profundas transformaciones sociales a que aspira.
"Algo menos del 3 por ciento de los contribuyentes van a pagar más impuestos, y algo menos del 97 por ciento no va a pagar más impuestos. Un dato relevante sobre esta reforma", ha destacado el ministro de Hacienda, Mario Marcel, durante la presentación de la propuesta, según recoge el diario 'El Mercurio'.
En concreto, se estima que solo pagarán más impuestos aquellas personas con ingresos mensuales superiores a los 4 millones de pesos, unos 4.114 euros.
Tras años de política económica liberal, la propuesta incluye medidas contra la evasión fiscal, reduce las desgravaciones, modifica el impuesto sobre la renta y crea un impuesto a la riqueza. El Gobierno espera alcanzar un 0,6 por ciento del PIB en recaudación en 2023 y continuar incrementando este porcentaje hasta llegar al 4,1 por ciento en 2026.
La reforma se basa en cuatro iniciativas legislativas que se irán presentando progresivamente. Un primer paquete será tramitado la próxima semana en la Cámara de Diputados.
"Nuestro compromiso es con el país en su conjunto para usar bien estos recursos y demostrarles a las chilenas y chilenos que el esfuerzo que se está haciendo por pagar mayores impuestos va a ser un esfuerzo que valga realmente la pena", ha argumentado Marcel este viernes.
La clave de la reforma fiscal está en el aumento del impuesto a la renta, que incrementará sus tasas para todos los ingresos mensuales sobre 4 millones de pesos hasta una tasa marginal de 43 por ciento en el tramo de quienes perciben rentas por encima de los 8 millones de pesos. Marcel ha argumentado que así Chile se acerca a los estándares de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).
Por otra parte, se establece un impuesto a la riqueza de hasta el 1,8 por ciento para aquellos patrimonios que estén sobre los 5 millones de dólares. La reforma también elimina exenciones tributarias, por ejemplo, para los ingresos por el arriendo de inmuebles y establece un impuesto del 22 por ciento para las rentas del capital.