BOGOTÁ, 30 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Colombia ha pedido este lunes a la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN) "acciones concretas" que permitan llevar ante la Justicia a los responsables del asesinato del líder indígena Aulio Isarama, un incidente que amenaza la tregua bilateral pactada recientemente en el marco del proceso de paz.
"El ELN tendrá que implementar acciones concretas para garantizar que hechos tan dolorosos como éste no vuelvan a repetirse y para que los responsables del asesinato del gobernador Isarama sean puestos a disposición de las autoridades", ha dicho la Oficina del Alto Comisionado para la Paz en un comunicado.
El Alto Comisionado ha aclarado que, de acuerdo con los protocolos que rigen la tregua bilateral la mesa de negociaciones "evaluará los incidentes graves, como este, previo informe del Mecanismo de Veeduría y Verificación", que se redactará a partir de "información objetiva".
"Deberán analizarse, en el marco de la Mesa de Conversaciones, también las palabras de reconocimiento y petición de perdón por parte del Frente Occidental del ELN y su compromiso de no repetición de hechos como este", ha apostillado la agencia gubernamental.
Además, ha aprovechado para aclarar que "ningún incidente por sí mismo será causa de ruptura del cese al fuego de forma unilateral y automática".
De la misma forma ha subrayado que "el cese al fuego no suspende ni limita de ninguna manera la función constitucional de la Fuerza Pública y, por tanto, continuará actuando en todo el territorio nacional".
VIOLACIÓN DEL ALTO EL FUEGO
Isararama, gobernador de la comunidad indígena de Catru Dubaza Ancoso, en el Alto Baudó colombiano, fue asesinado el martes por la noche, cuando hombres armados le dispararon para después darse a la fuga, según han contado las organizaciones indígenas de la región.
Estas mismas organizaciones pidieron en un comunicado al Gobierno que investigara la posible implicación del ELN porque en esta zona se disputa el control de varios territorios, entre ellos el Baudó, con la banda criminal del Clan del Golfo.
El ELN ha reconocido finalmente en un comunicado que Isarama murió a manos de su Frente Occidental. Según su versión, fue capturado como sospechoso de colaborar con Inteligencia Militar, pero "se negó a caminar y se abalanza sobre uno de los guerrilleros, con el trágico desenlace conocido".
"En ningún momento se había impartido orden ni autorización para atentar contra la integridad física del señor gobernador Aulio Isaramá. La unidad guerrillera que lo detuvo solo tenía como propósito una investigación", ha recalcado.
El ELN ha dicho lamentar "profundamente" lo sucedido y ha prometido hacer "un ejercicio de reflexión a todos los niveles internos para que hecho como este no se vuelvan a repetir". "Reiteramos nuestra palabra para plantear la verdad frente a lo ocurrido, reconocer el error cometido y dar la cara para aclarar lo necesario", ha manifestado.
Este crimen supone una violación del alto el fuego que entró en vigor el pasado 1 de octubre y, por ende, el proceso de paz, ya que la tregua bilateral es el mayor logro conseguido hasta ahora en las negociaciones que Gobierno y ELN protagonizan desde el 8 de febrero en Quito.
El ministro para el Postconflicto, Rafael Pardo, admitió que, de confirmarse la autoría del ELN, sería "un campanazo" para el diálogo de paz. Por su parte, el jefe negociador del Gobierno, Juan Camilo Restrepo, ha tildado el suceso de "deplorable desde todo punto de vista".