SAO PAULO 25 Mar. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Estados Unidos ha extendido una nueva invitación a la mandataria brasileña, Dilma Rousseff, para que lleve a cabo una visita de Estado a Washington, con el objetivo de propiciar un avance diplomático que supondría una oportunidad para potenciar el comercio entre las dos mayores economías de América.
Rousseff tenía programada originalmente una visita de Estado, que incluía una cena de gala en la Casa Blanca con el presidente estadounidense, Barack Obama, en octubre del 2013.
Sin embargo, la líder izquierdista canceló ese viaje después de haber expresado su molestia por las revelaciones de que la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos (NSA, por sus siglas en inglés) espiaba sus comunicaciones personales. Ella argumentó que era "incompatible" con una relación entre aliados.
Tras más de un año de esfuerzos bilaterales para mejorar las relaciones, el vicepresidente Joe Biden volvió a invitar a Rousseff a su país en una conversación telefónica que tuvo lugar el 13 de marzo, tal y como han confirmado a Reuters fuentes con conocimiento del tema que pidieron no ser identificadas.
Biden le ofreció a Rousseff la posibilidad de una visita de Estado en el año 2016 o una de más alto perfil pero menos formal este mismo año, añaden las citadas fuentes. La agenda de visitas de Estado para este año está completa por la llegada de los líderes de Japón y China.
Rousseff todavía no ha respondido a la invitación, según informan las fuentes, pero destacó que desde junio está interesada en dejar atrás la controversia de la NSA y reprogramar el viaje.
La invitación para la visita a la Casa Blanca, que sería la primera de un líder brasileño desde 1995, es una buena noticia muy necesitada para Rousseff. Su popularidad se ha derrumbado por un gigantesco escándalo de corrupción en la petrolera estatal Petrobras y por un estancamiento de la economía.
RESPALDO ECONÓMICO DE EEUU
Pese a los problemas de Rousseff, los funcionarios estadounidenses creen que una demostración de respaldo a Brasil podría generar un mayor acceso a su economía de 2,2 billones de dólares, alrededor de un 75 por ciento mayor que la de México.
"Pese a que nuestras relaciones a veces fueron un poco inestables, apostamos por que Brasil tenga éxito y sea cada vez más importante", ha dicho un funcionario de alto rango estadounidense que consideró a Brasil un "actor global clave".
La relación comercial entre ambos países ha seguido creciendo. El comercio bilateral sumó 72.000 millones de dólares el año pasado, un alza del 20 por ciento frente al 2010, con un superávit de 12.000 millones de dólares a favor de Estados Unidos, de acuerdo al Departamento de Comercio estadounidense.
Estados Unidos es el segundo mayor destino de las exportaciones brasileñas, sólo por detrás de China.