WASHINGTON, 30 Jul. (Reuters/EP) -
El Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos (FWS, en sus siglas en inglés) no ha sido capaz de ponerse en contacto con el estadounidense acusado de matar al león Cecil de Zimbabue, James Palmer, para que preste declaración, según ha informado este jueves el director de la agencia, Dan Ashe.
Ashe, en un tuit, ha calificado la muerte de Cecil de "trágica" y ha explicado que el FWS "irá hasta donde le lleven los hechos". Según una fuente cercana al caso, la agencia de Estados Unidos investiga si, al matar al león, Palmer violó la ley Lacey, la cual prohíbe el comercio de animales salvajes que han sido matados, transportados o vendidos de forma ilegal.
El FWS hizo público un comunicado el miércoles con su intención de abordar el caso y se mostró disponible para colaborar con el país africano en la resolución del incidente. "Estamos recopilando datos sobre el tema y vamos a ayudar a las autoridades de Zimbabue si nos lo piden. Nos corresponde a todos --no solo a los africanos-- garantizar que las generaciones venideras de fauna salvaje continúen paseando por la Sabana de forma saludable", aseguró una portavoz de la agencia, Vanessa Kauffman.
El martes, cuando Palmer explicó en un comunicado que ni las autoridades zimbabueses ni las estadounidenses se habían puesto en contacto con él, el cazatesoros admitió haber matado al animal pero afirmó desconocer que su caza era ilegal. "Lamento profundamente que la práctica de una actividad que amo y practico de forma responsable y legal haya resultado en la muerte de este león", insistió. Además, se ofreció a ayudar a las investigaciones.