MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior egipcio, Magdy Abdel-Ghaffar, ha matizado este domingo que las autoridades no han pedido a ningún ciudadano que abandonen la región del Sinaí.
El sábado, el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, ordenó al Gobierno que adopte "todas las medidas" necesarias para ayudar a reubicar a los cristianos de la región del Sinaí que huyen del Estado Islámico después de que ocho miembros de esta minoría fueran asesinados en El Arish en las primeras semanas de febrero.
Ya el domingo, Abdel-Ghaffar se ha reunido con la cúpula de Interior para trasladarles que no se trata de una orden de evacuación y ha insistido en la necesidad de seguir combatiendo el terrorismo sin escatimar esfuerzos, según recoge el diario estatal egipcio 'Al Ahram'.
Cientos de familias cristianas han huido hacia la vecina provincia de Ismailia por miedo a estos ataques: varios asesinatos con arma de fuego, una decapitación y otro hombre quemado vivo. Por el momento han sido acogidos en iglesias de la zona, pero necesitan urgentemente un lugar donde reubicarse.
Los cristianos coptos suponen aproximadamente el 10 por ciento de los 90 millones de habitantes del país. Son así la comunidad cristiana más numerosa de Oriente Próximo y no son raras las quejas por discriminación.
En diciembre, el Estado Islámico reivindicó la autoría de un atentado contra una capilla de la catedral de San Marcos de El Cairo, sede del Papado copto, en el que murieron 28 personas, mujeres y niños en su mayoría.
Cientos de policías, militares y milicianos han muerto en los dos últimos años de insurgencia islamista en Egipto, principalmente en la región del Sinaí. En la zona opera Wilaya del Sinaí, (Provincia del Sinaí), filial del Estado Islámico.
Hasta noviembre de 2014 el grupo era conocido como Ansar Beit al Maqdis, Seguidores de la Casa Sagrada. La insurgencia se exacerbó a raíz el golpe de Estado contra el presidente islamista Mohamed Mursi del 3 de julio de 2013.