MADRID 26 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Egipto ha negado por completo que vaya a producirse una reestructuración del Ejecutivo, según publicaron varios medios de comunicación, y ha defendido que sólo se verá afectado el Ministerio de Suministros, cuyo titular, Jaled Hanafi, dimitió el jueves por un escándalo de corrupción.
Hanafi está siendo investigado por una comisión independiente en relación con una trama de corrupción, en la que varios miembros de su Ministerio habrían desviado millones de euros destinados a financiar subsidios a granjeros para comprar toneladas de trigo que no existen.
"No ha habido ningún tipo de propuesta para reemplazar a ningún otro ministro aparte de Hanafi", ha declarado un portavoz gubernamental, Hossam Qaweesh, de acuerdo con el diario oficial 'Al Ahram'. Según informaron numerosos medios el jueves, el presidente egipcio, Abdelfatá al Sisi, iba a reemplazar a unos diez ministros a raíz de la trama de corrupción que había salpicado a Hanafi.
Egipto, que es el mayor exportador de trigo del mundo, ha estado en el punto de mira por numerosas acusaciones de corrupción entre los directivos del sector. De acuerdo con un informe independiente que ha estado analizando los niveles de producción agrícola, faltan alrededor de 200.000 toneladas de trigo que sí aparecen en los registros del Gobierno. Muchos sectores apuntan a que el Gobierno y varios productores han estado falsificando los registros para percibir más subsidios.
Qaweesh ha señalado que la Fiscalía todavía no ha determinado si las toneladas que faltan son fruto de estas falsificaciones y si Hanafi realmente está implicado en la supuesta trama de corrupción.
El ministro de Comercio e Industria, Tarek Kabil, se está encargando de gestionar el Ministerio de Suministros hasta que se nombre a un nuevo ministro.
"Mi experiencia me ha demostrado que estar en una posición de gran responsabilidad ya no es ningún picnic", declaró Hanafi durante el discurso que dio en la televisión pública para anunciar su dimisión. Hanafi era víctima de las críticas desde hacía meses por su mala gestión del sector agrícola, uno de los más importantes para la economía egipcia.
Por otra parte, diversos sectores acusan a Hanafi de utilizar fondos públicos para financiar su estancia en un hotel de lujo en El Cairo. El ex ministro se ha intentado defender y ha dicho que ha sido "una mera víctima de la mafia".