MADRID, 27 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Etiopía ha acusado al Frente Popular para la Liberación de Tigray (TFLP) de "cerrar todas las opciones para la paz" en el norte del país y ha defendido las operaciones militares lanzadas esta semana, sin aludir al supuesto bombardeo de una guardería.
Las dos partes se acusan mutuamente de romper el frágil alto el fuego y de retomar el conflicto que estalló en noviembre de 2020. Según el Ejecutivo de Abiy Ahmed, el grupo rebelde quiere "un conflicto a gran escala".
En este sentido, ha acusado en un comunicado al TFLP de preparar todo tipo de "actividades brutales" que amenazan a la población civil tanto de la región de Tigray como de las vecinas Amhara y Afar, informa la cadena FANA.
La nota no incluye detalles de las operaciones que las Fuerzas Armadas desarrollan supuestamente "con plena eficiencia y capacidades". El TPLF ha acusado a las fuerzas etíopes de bombardear una guardería y fuentes médicas citadas por la agencia Bloomberg han confirmado al menos cuatro muertos, dos de ellos niños.
El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha condenado el ataque este sábado, confirmando que hay menores de edad entre las víctimas de este incidente.
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