BOGOTÁ 7 Oct. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) han ratificado este viernes su voluntad de mantener el alto el fuego bilateral y definitivo y, en consecuencia, han pedido a Naciones Unidas que mantenga su misión de verificación.
Los equipos negociadores del Gobierno y las FARC se han reunido en La Habana con el enviado especial de Naciones Unidas en Colombia, Jean Arnault, para analizar la situación tras el triunfo del 'no' en el plebiscito celebrado el pasado domingo para que los colombianos se pronunciaran sobre el acuerdo de paz.
Las partes han reiterado su compromiso con la tregua que entró en vigor el pasado 29 de agosto y para afianzarlo han acordado "un protocolo dirigido a prevenir cualquier incidente en las zonas de preagrupamiento en los cuadrantes definidos".
"El mecanismo tripartito de monitoreo y verificación con la participación del Gobierno y las FARC y la coordinación de la misión de Naciones Unidas estará a cargo de monitorear y verificar el cumplimiento del protocolo", han explicado.
Por ello, han pedido al secretario general de la ONU, Ban Ki Moon, "que autorice a la Misión de Naciones Unidas en Colombia a ejercer las funciones de monitoreo, verificación, resolución de diferencias, recomendaciones, reportes y coordinación del mecanismo" tripartito.
"Asimismo, invitamos a los países que contribuyen a la misión con observadores desarmados a que continúen desplegando sus hombres y mujeres, que seguirán contando con todas las garantías de seguridad necesarias", han añadido.
Gobierno y FARC también han acordado "avanzar en la puesta en marcha de medidas de construcción de confianza de carácter humanitario, tales como la búsqueda de personas dadas por desaparecidas, los planes pilotos de desminado, la sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito, los compromisos respecto a la salida de menores de los campamentos y sobre la situación de personas privadas de la libertad".
Las partes han explicado además que, aunque consideran que el acuerdo de paz "contiene las reformas y medidas necesarias para sentar las bases de la paz y garantizar el fin del conflicto armado", reconocen la victoria del 'no' y, por tanto, están dispuestas a escuchar "en un proceso rápido y eficaz a los diferentes sectores de la sociedad para entender sus preocupaciones".
"Las propuestas de ajustes y precisiones que resulten de ese proceso serán discutidos entre el Gobierno y las FARC para dar garantías a todos", han aclarado, subrayando que cualquier cambio en los acuerdos de paz debe seguir el camino señalado por la Corte Constitucional en su sentencia C-376 de 2016.