MADRID, 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Filipinas y la guerrilla comunista han acordado retomar las conversaciones de paz y restaurar la tregua tras varias semanas de enfrentamientos después de que el Nuevo Ejército del Pueblo (NEP) pusiera fin al alto el fuego el 10 de febrero.
El asesor de la Presidencia para el Proceso de Paz, Jesus Dureza, ha desvelado que los negociadores del Gobierno y los rebeldes retomarán las conversaciones en la primera semana de abril, cuando se discutirán los términos de un alto el fuego más amplio.
Dureza ha indicado que la decisión fue tomada tras reuniones entre altos cargos de ambas delegaciones en Países Bajos, según ha informado el diario filipino 'Phil Star'.
"Me satisface anunciar que las negociaciones de paz entre el Gobierno de Filipinas y el Partido Comunista de Filipinas, NEP, Frente Democrático Nacional (NDF) vuelven a estar en marcha", ha dicho.
Asimismo, ha resaltado que el Gobierno ha acordado liberar a rebeldes que ejercían tareas de asesoría en el proceso de paz e reinstaurar la inmunidad ante un arresto de otros 19 asesores del NDF --que representa al Partido Comunista de Filipinas y al NEP en las negociaciones--.
Dureza ha indicado además que ambas partes han acordado restaurar sus respectivas declaraciones de alto el fuego, que entrarán en vigor antes de las conversaciones.
"El alto el fuego unilateral es un preludio a un alto el fuego bilateral interino, para el que son necesarios más encuentros entre las partes para determinar y acordar los términos y mecanismos", ha argumentado.
El portavoz de la Presidencia, Ernesto Abella, ha aplaudido el reinicio de las conversaciones de paz y ha expresado su deseo de que "el liderazgo del Partido Comunista de Filipinas y el NEP puedan controlar a sus fuerzas sobre el terreno".
En este sentido, ha dicho que el proceso de paz "no es responsabilidad exclusiva del Gobierno", resaltando que "la carga es compartida por aquellos que dicen hablar por los desfavorecidos".
Por su parte, el portavoz del Ejército, Restituto Padilla, ha dado igualmente la bienvenida al reinicio de las conversaciones, resaltando que las Fuerzas Armadas "han mostrado una y otra ves su apoyo sin fisuras a todas las iniciativas de paz".
Asimismo, ha indicado que, hasta que haya una orden del Gobierno, las operaciones contra la guerrilla comunista continuarán activas.
EL ANUNCIO DEL FIN DEL ALTO EL FUERO DEL NEP
Los rebeldes maoístas anunciaron a principios de enero el fin del alto el fuego con el Gobierno a partir del 10 de febrero, acusando al presidente de incumplir los términos del acuerdo.
"El Gobierno no ha cumplido con su obligación de amnistiar y liberar a todos los presos políticos", resaltó el portavoz del NEP, Ka Oris, recordando que las liberaciones debían haber tenido lugar 60 días después del anuncio del alto el fuego, el 28 de agosto de 2016.
En respuesta, el mandatario, Rodrigo Duterte, aseguró que las exigencias de los rebeldes en cuanto a la liberación de presos políticos son "irracionales".
"Ya hice todo lo necesario para liberar a sus líderes y ahora me piden que libere a otros 400 presos políticos (...). No soy el dueño de la República de Filipinas, no decido solamente yo, tengo que consultar con el pueblo y los militares", argumentó.
El NEP, brazo armado del partido comunista integrado por unos 3.000 hombres, opera principalmente en el este y el sur de Filipinas.
El alto el fuego fue pactado en Oslo como parte de un acuerdo que tiene como objetivo acelerar el proceso de paz y acabar con un conflicto que comenzó hace más de 50 años y que se ha cobrado la vida de alrededor de 40.000 personas.