El Gobierno de Filipinas, "preocupado" porque EEUU sitúe a Duterte como un "obstáculo para la democracia"

Rodrigo Duterte
ERIK DE CASTRO
Publicado: miércoles, 21 febrero 2018 11:47

MANILA 21 Feb. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Filipinas está "preocupado" por el informe de la Inteligencia de Estados Unidos que sitúa al presidente filipino, Rodrigo Duterte, como un "obstáculo para la democracia", al mismo nivel que líderes como el primer ministro de Camboya, Hun Sen, según ha contado el portavoz de la Presidencia filipina, Harry Roque.

El informe en cuestión fue confeccionado por la Oficina del Director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos y sitúa a Duterte junto a otros 'obstáculos para la democracia' como Hun Sen, líder de Camboya, la crisis de los rohingya y la Constitución tailandesa promulgada por la junta militar que gobierna el país desde el último golpe de Estado.

"Vemos con cierta preocupación esta declaración, que proviene nada menos que del Departamento de Inteligencia de Estados Unidos", ha señalado a la radio DZMM el portavoz de Duterte, Harry Roque.

En su Informe de las Amenazas Mundiales, difundido el 13 de febrero, la comunidad de Inteligencia estadounidense ha argumentado que el estatus de la democracia y los Derechos Humanos en muchos países del sureste asiático continuará siendo frágil en 2018 por las tendencias autocráticas, la corrupción rampante y el nepotismo.

"Duterte ha sugerido que podría suspender la Constitución, nombrar un 'Gobierno revolucionario' e imponer la ley marcial en todo el país", ha recordado el informe.

En un comunicado, Roque ha rechazado esa evaluación y ha hecho hincapié en que Duterte "no es un autócrata ni tiene tendencias autocráticas". "El presidente se adhiere al Estado de Derecho y es fiel a la Constitución", ha añadido el portavoz presidencial.

Roque también ha querido destacar que no hay ningún Gobierno revolucionario en el país ni se ha aplicado ninguna ley marcial a nivel nacional, cosas que los operativos de Inteligencia estadounidense han sugerido que Duterte podría hacer.

Sin embargo, el presidente sí que ha amenazado en público con hacerlo en varias ocasiones. En diciembre, los parlamentarios filipinos aprobaron una prolongación de la ley marcial en la volátil región de Mindanao, en el sur del país, para reprimir amenazas como los milicianos comunistas y los islamistas.

Esta no es la primera vez que Estados Unidos ha mostrado públicamente su preocupación sobre Duterte. El presidente filipino es célebre por su actitud desafiante a la presión internacional y se mostró contrariado cuando el anterior Gobierno estadounidense, liderado por el presidente Barack Obama, puso el foco sobre las muertes relacionadas con la llamada 'guerra contra las drogas'.

El actual mandatario estadounidenses, Donald Trump, ha elogiado a Duterte por su "increíble trabajo con el problema de las drogas" y ha evitado expresar su preocupación por la represión que se está llevando a cabo en el país cuando visitó Manila, la capital, en noviembre de 2017.

Desde que Duterte lanzó su campaña contra el tráfico de drogas en julio de 2016, han muerto más de 4.000 personas entre los sospechosos de vender drogas y de consumirlas en lo que la Policía define como operaciones legítimas. Los grupos defensores de los Derechos Humanos han acusado a la Policía de llevar a cabo ejecuciones sumarias, algo que las autoridades niegan. Los fiscales del Tribunal Penal Internacional han abierto una investigación preliminar sobre esta 'guerra contra las drogas'.

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