GINEBRA, 8 May. (Reuters/EP) -
El senador oficialista Alan Peter Cayetano ha asegurado este lunes ante el Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas que la denuncias que sostienen que la guerra contra las drogas del Gobierno de Rodrigo Duterte han disparado las ejecuciones extrajudiciales en Filipinas son "hechos alternativos".
Cayetano ha defendido que "no hay una nueva ola de asesinatos en Filipinas, sino solo una táctica política para cambiar las definiciones", explicando que ya había entre 11.000 y 16.000 muertes violentas por año antes de que Duterte llegara al poder pero que entonces nadie hablaba de ejecuciones extrajudiciales.
El legislador ha criticado que, si bien "cualquier muerte violenta o asesinato es demasiado", "hay un intento deliberado de incluir todos los homicidios en la categoría de ejecuciones extrajudiciales o crímenes relacionados con la campaña contra el crimen organizado y el narcotráfico patrocinados por el Estado, lo cual simplemente no es verdad".
Cayetano ha destacado que, a pesar de que las muertes ocurridas en el marco de la guerra contra el 'narco' tienen presunción de legitimidad, se investigan automáticamente porque Duterte tiene "tolerancia cero" con el abuso de la fuerza por parte de agentes del Estado.
"Permitidme aprovechar esta oportunidad para presentaros los verdaderos hechos, no los hechos alternativos que, desafortunadamente, han estado difundiendo los críticos con la Administración Duterte", ha dicho y ha aclarado que la Policía ha detenido, "no matado", a 64.917 supuestos narcotraficantes.
Organizaciones de defensa de los Derechos Humanos han denunciado que en los diez meses de Gobierno de Duterte se han registrado 9.432 homicidios, incluidas 2.692 muertes en "operativos de seguridad presuntamente legítimos", que en muchos casos serían ejecuciones extrajudiciales, según estas ONG.
El embajador chino en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, Ma Zhaoxu, ha felicitado al presidente filipino por sus "destacados logros" en la protección de los Derechos Humanos y ha ratificado el apoyo de Pekín a la "campaña integral" de Manila contra el tráfico de drogas.