MADRID, 3 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Filipinas ha asegurado este domingo que las fuerzas del Estado cumplirán la orden del presidente del país, Rodrigo Duterte, de no bombardear mezquitas en la ciudad de Marawi, en medio de las intensificadas operaciones militares contra una coalición de grupos filipinos que han jurado lealtad a Estado Islámico, según ha informado el diario local 'Manila Times'.
El portavoz del Palacio de Malacañán, Ernesto Abella, ha señalado en un comunicado que las tropas del Gobierno están con el presidente en la preservación de los lugares de culto de los musulmanes en la ciudad de Marawi.
"El comandante en jefe y nuestras Fuerzas Armadas se esfuerzan por conservar los lugares de culto como es el caso de la gran mezquita de la ciudad de Marawi", ha aseverado Abella.
"Aunque las convenciones internacionales han permitido el uso de la fuerza, hemos decidido deliberadamente preservarlo y así con otros lugares de culto en el área de batalla principal", ha añadido.
Abella también ha informado de que los militares, bajo la supervisión del jefe de Estado mayor de las Fuerzas Armadas filipinas, Eduardo Ano, se asegurarán de mantener a la población segura en medio del conflicto armado que se ha llevado a cabo en los últimos tres meses.
"Ano, de acuerdo con la guía del comandante en jefe, ha señalado que la preocupación primordial de nuestras fuerzas es la seguridad de los civiles y el rescate de los rehenes", ha asegurado Abella.
Las declaraciones de Abella llegan días después de que Duterte informara de que las fuerzas de seguridad podrían establecer medidas que contrarrestarían los actos hostiles perpetrados por el grupo terrorista Maute, exceptuando los bombardeos en las mezquitas.
Los combatientes del Grupo Maute y Abú Sayyaf se atrincheraron el pasado 23 de mayo en Marawi con la intención de instaurar allí un Estado islámico. En respuesta, Duterte declaró la ley marcial para toda la región de Mindanao y ha ordenado continuar los combates hasta la rendición total de los terroristas.