MANILA, 11 Mar. (Reuters/EP) -
El Gobierno filipino ha invocado su política de estado para justificar su negativa a negociar con el grupo islamista Abú Sayaf la liberación de tres extranjeros -- dos canadienses y un noruego -- y una ciudadana filipina secuestrados hace seis meses por esta formación vinculada a Al Qaeda.
"Nuestra doctrina consiste en no negociar y en no pagar rescates", ha manifestado el portavoz del Ejército filipino, el general de brigada Restituto Padilla, quien ha asegurado que el Ejército está cada vez más cerca del paradero de los rehenes.
A pesar de que Abú Sayaf ha prometido que matará a los rehenes en el plazo de un mes, el general Padilla ha asegurado que se trata de una estratagema para obligar al Gobierno a cancelar la búsqueda. "Como nos estamos acercando, necesitan acelerar sus demandas para escapar de la ley, que cada día está más cerca", hizo saber.
La advertencia de Abú Sayaf fue publicada ayer jueves en un vídeo colgado en Facebook donde los tres rehenes extranjeros apelaron a sus respectivos gobiernos para que pagaran el rescate -- estimado en 20 millones de euros -- o de lo contrario serían ejecutados.
En el pasado, los rebeldes han matado al menos a dos rehenes extranjeros y otro falleció durante una operación de rescate.
El asalto de Abú Sayaf al complejo turístico en septiembre fue otro incidente más en el marco de las escaramuzas armadas que todavía persisten en Filipinas, particularmente en el sur, a pesar del acuerdo alcanzado en 2014 entre el Gobierno y los principales grupos rebeldes del país.