AMSTERDAM, 15 Jul. (Reuters/EP) -
El Gobierno holandés ha propuesto este miércoles congelar la seguridad social y los beneficios para los estudiantes a aquellos ciudadanos que se unan a grupos yihadistas como Estado Islámico, en un intento por frenar las cifras de jóvenes que se marchan a luchar en zonas de conflicto.
La medida es la última de varias más, incluida la prohibición del burka, en un país donde los sondeos han mostrado una actitud cada vez más dura hacia los inmigrantes.
"Cualquiera que se marche para apoyar a Estado Islámico o se case con un yihadista, se enfrentará a la congelación de su financiación gubernamental", ha informado el Gobierno en un comunicado.
Europol dijo en junio que unos 5.000 europeos se han unido a los combates en Siria, si bien el ministro de Exteriores holandés, Bert Koenders, señaló que solo 190 holandeses han abandonado el país para tal fin.
"Es una política simbólica", ha opinado Simon Otjes, investigador de la Universidad de Groningen, comparando la medida con la prohibición del burka impuesta en mayo, pese a que muy pocas mujeres en el país lo usan.
El primer ministro holandés, Mark Rutte, provocó la polémica en marzo cuando dijo que preferiría ver a ciudadanos que han ido a luchar a Siria o Irak "caer en la batalla" que regresando a Países Bajos.