HONG KONG, 14 Jul. (Reuters/EP) -
La jefa del Gobierno de Hong Kong, Carrie Lam, ha expresado este viernes su "compasión" por la muerte del disidente chino y premio Nobel de la Paz, Liu Xiaobo, al tiempo que se ha mostrado consciente de las "ansiedades" generadas en la ex colonia británica por el control ejercido desde Pekín.
"El pueblo de Hong Kong siempre ha sido muy compasivo y quiero demostrar nuestra compasión expresando mis condolencias a la mujer y la familia de Liu", ha dicho Lam, durante un encuentro con la prensa internacional, el primero desde que asumió el cargo, el pasado 1 de julio.
Liu murió el jueves a los 61 años de edad a causa de un "fallo multiorgánico" provocado por el cáncer de hígado que padecía. El pasado 26 de junio fue liberado tras pasar casi una década encarcelado por reclamar una apertura democrática en el gigante asiático.
La familia y gobiernos extranjeros habían pedido a China que permitiera a Liu y su mujer, Liu Xia, viajar a Europa o Estados Unidos para recibir tratamiento médico, pero el Gobierno de Xi Jinping se negó esgrimiendo que se trataba de un "asunto interno". Según el hospital de Shengyang en el que estaba ingresado, se hizo "todo lo posible" para salvarlo.
Lam ha aprovechado este contexto para asegurar que es consciente "de las preocupaciones, de las ansiedades", generadas por "los incidentes aislados" que se han producido en los últimos años en Hong Kong, en alusión a las protestas para exigir mayor democracia en la península.
"Pero hasta que no haya evidencias que prueben que hay claras brechas, todo este asunto seguirá en el nivel de preocupaciones y ansiedades", ha subrayado Lam.