BUDAPEST, 24 Jul. (Reuters/EP) -
El Ejecutivo de Hungría espera completar una valla de cuatro metros de alto a lo largo de su frontera con Serbia para noviembre con el objetivo de detener el flujo de cientos de miles de inmigrantes ilegales, ha informado Antal Rogan, un diputado del partido gobernante Fidesz.
Hungría forma parte de la zona Schengen de la Unión Europea en la que los ciudadanos pueden viajar de un país a otro sin necesidad de visado, lo que la hace atractiva para aquellos inmigrantes que desean cruzar a Europa través de los Balcanes. Se han registrado más de 80.000 de estos casos en lo que va de 2015, comparado con los 43.000 del año anterior. La mayoría de ellos son pobres o vienen de países en guerra como Siria, Afganistán o Irak.
La cifra de quienes intentan alcanzar Europa a través de Hungría podría ir de los 200.000 a los 300.000 este año, ha informado Rogan según la entrevista publicada este viernes por el diario 'Maygar Hirlap'. "Por tanto, está más que justificado completar la verja a lo largo de la frontera serbo-húngara tan pronto como sea posible, para noviembre", ha añadido el diputado.
El tema se ha sido altamente politizado, con la valla publicitaria montada por el Ejecutivo de Viktor Orban pidiendo a los inmigrantes el respeto de las leyes húngaras y avivando el temor de que los extranjeros podrían arrebatarles el trabajo a los húngaros. "Puede haber debates sobre esto, pero personalmente creo que no hay mejor solución", ha asegurado Rogan. La construcción de los 175 kilómetros de valla, la cual ha despertado las quejas por parte de Serbia y la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), comenzó a principios de julio.
Rogan ha recordado otros ejemplos, como la valla en la frontera entre Estados Unidos y México, y la de algunos países europeos como la de Bulgaria. Según el político del Fidesz, la verja podría reducir la entrada de inmigrantes a una séptima parte de los niveles actuales. Los refugios en Hungría y Austria están saturados, y en junio la Policía de Budapest usó gas lacrimógeno para reprimir a los cientos de inmigrantes que luchaban entre sí y se lanzaban piedras en un campamento en la ciudad de Debrecen, en el este del país.
El Parlamento húngaro también ha aprobado una legislación, desafiando las críticas de la ONU, que reduce el tiempo establecido para realizar peticiones de asilo y que rechaza automáticamente las solicitudes de los inmigrantes que ha pasado a través de terceros países que consideran seguros y en los que no han pedido asilo.