MADRID 29 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno interino de Bangladesh ha adelantado este jueves que propondrá el Tribunal de Crímenes Internacionales (TCI) como espacio en el que se investigue y se juzguen los delitos que se cometieron durante las cruentas protestas contra la ex primera ministra Sheij Hasina en las que murieron alrededor de 500 personas.
Así lo ha anunciado el ministro interino de Justicia, Asif Nazrul, quien ha informado de que solicitarán a Naciones Unidas su supervisión durante todas estas investigaciones, las cuales espera que alcancen a los más altos responsables, cuando son ya decenas las acusaciones contra Hasina por homicidio.
Nazrul ha señalado también que antes de que acabe este mes, todas las "falsas" acusaciones que presentaron las anteriores autoridades entre el 1 de julio y el 5 de agosto contra los manifestantes serán retiradas, informa 'The Daily Star'.
Hasina, quien huyó a India el 5 de agosto coincidiendo con la jornada más sangrienta de las movilizaciones, tiene ante sí cerca de 80 acusaciones, la mayoría de ellas por asesinatos, si bien también una decena por crímenes contra la humanidad y genocidio e incluso tres por secuestro.
Junto a Hasina han sido también acusados con asiduidad varios miembros de su gabinete, como el exministro del Interior, Asaduzzaman Jan, o el secretario general de la Liga Awami y exministro de Transportes, Obaidul Quader, así como el exjefe general de la Policía Chowdhury Abdulá al Manun.
La Liga Awami de Hasina ha sido uno de los principales señalados por la violencia de aquellas semanas después de que cientos de sus simpatizantes salieran a las calles para confrontar con los jóvenes estudiantes que lideraron unas protestas que comenzaron contra el sistema de cuotas en los empleos públicos.
Pronto las movilizaciones fueron dirigidas hacia Hasina, quien ha dirigido Bangladesh, según sus críticos con 'puño de hierro', durante quince años, siendo así la jefa de gobierno con más tiempo en el cargo.
El TCI fue creado en 2009 para investigar y procesar a los sospechosos del genocidio cometido en 1971 por el Ejército de Pakistán y sus colaboradores internos durante la guerra de independencia de Bangladesh.