MADRID, 31 Dic. (EUROPA PRESS) -
El ministro del Interior de Irán, Abdolreza Rahmani-Fazli, ha recalcado este domingo que las autoridades del país "no tolerarán" disturbios durante las manifestaciones contra la situación económica en el país.
En sus declaraciones, recogidas por la agencia iraní de noticias ISNA, el ministro ha dicho que "algunos querrían resolver las cosas de una manera que amenace una revuelta y dañe las propiedades de la gente".
"Eso es algo que ciertamente no podemos tolerar", ha subrayado, al tiempo que ha destacado que la respuesta de las autoridades "debe estar siempre en el marco de la ley". "Si no es así, ninguno de estos problemas se solucionará", ha argumentado.
Por su parte, el comandante de la Guardia Revolucionaria Esmail Kousari ha señalado que las fuerzas de seguridad "tienen bajo control" la situación en la capital, Teherán, y sus alrededores.
Asimismo, ha criticado los cánticos contra el líder supremo del país, el ayatolá Alí Jamenei, apuntando que "si la gente salió a la calle por los altos precios (de los productos básicos), no deberían haber coreado esos eslóganes y quemado propiedades públicas y coches".
La de este sábado ha sido la tercera jornada de protestas en varias zonas del país, manifestaciones que se habrían saldado al menos con dos heridos de bala.
Un vídeo publicado en redes sociales muestra a manifestantes portando a dos heridos en Dorud, donde este sábado se han producido movilizaciones y protestas en las que se han coreado consignas contra la República Islámica y el líder supremo.
La agencia británica de noticias Reuters ha afirmado que ambos manifestantes podrían haber muerto por los disparos, si bien este extremo no ha podido ser confirmado hasta el momento.
La autenticidad de estas grabaciones no ha podido ser verificada y tampoco se conoce el alcance de las lesiones sufridas por los manifestantes.
LAS PROTESTAS
Cientos de personas han salido a las calles de las principales ciudades de Irán durante la jornada para participar en marchas a favor y en contra de las autoridades, dentro de un clima de profunda tensión germinada en las últimas 48 horas, testigo de algunas de las expresiones de descontento más rotundas de los últimos años contra las autoridades.
Las protestas antigubernamentales comenzaron como una señal de repulsa al aumento de los precios en el país y han tomado un cariz cada vez más político. Más de medio centenar de personas han sido detenidas por choques contra la Policía en la capital, Teherán, y Mashhad, la segunda ciudad más grande del país.
Este sábado las protestas se han vuelto a repetir y uno de los epicentros es de nuevo Teherán, donde entre 70 (según la agencia semioficial iraní Fars) y 200 personas (según el enviado especial de 'The Guardian') se han concentrado a las puertas de la universidad al grito de "Muerte al dictador", en referencia a Jamenei.
Al mismo tiempo, miles de personas también han salido a la calle para participar en la marcha convocada en 1.200 ciudades de todo el país para conmemorar el fin de las protestas de 2009 --tras la reelección del entonces presidente Mahmud Ahmadineyad, en una votación que según sus críticos reformistas fue manipulada a favor del dirigente conservador-- y como muestra de apoyo al Gobierno.
El propio Ahmadineyad ha negado que él o sus simpatizantes hayan incitado las protestas contra el Gobierno. "Cualquier caos y destrucción que esté ocurriendo no tiene nada que ver con nosotros", ha hecho saber a través de su cuenta de Twitter, en respuesta a las acusaciones vertidas desde sectores reformistas, próximos al presidente actual, Hasán Rohani.