DAQUQ 17 Oct. (Reuters/EP) -
Las milicias chiíes que habitualmente combaten del lado del Gobierno de Irak y que han sido acusadas de cometer todo tipo de abusos contra la población han quedado fuera de la histórica ofensiva sobre la ciudad de Mosul, pero sí contribuirán a la recuperación de la localidad de Hawija, a unos 100 kilómetros de distancia.
Las Fuerzas de Movilización Popular ha sido acusadas por Naciones Unidas de cometer ejecuciones extrajudiciales y secuestros en algunas zonas recuperadas al grupo terrorista Estado Islámico. Su presencia en el frente de batalla ha alimentado también el resentimiento en zonas suníes y, por extensión, el miedo a la violencia sectaria.
El Gobierno de Haider al Abadi trata de hacer equilibrios entre la necesidad --logística y política-- de contar con los milicianos chiíes y la posibilidad de alimentar una nueva crisis que agrande aún más las grietas que aún persisten entre las diferentes comunidades iraquíes.
"No creo que sea un acuerdo fácil", ha admitido una fuente diplomática, conocedor de las negociaciones que han tenido lugar en los últimos días y que han dado como resultado la exclusión de las Fuerzas de Movilización Popular de la ofensiva sobre Mosul. Esta fuente ha reconocido su "preocupación" por lo que pueda suceder ahora en Hawija.
Sin embargo, un portavoz miliciano, Ali al Hussaini, ha apelado a la calma y ha defendido que el papel de su coalición es la de "liberar (a los civiles) de la tiranía de Estado Islámico". "Nos aseguraremos de salvar a las familias frente a cualquier daño y de preservar su dignidad. Somos sus hermanos, no un enemigo", ha apostillado.
Al Hussaini espera que las fuerzas de la coalición que lidera Estados Unidos colaboren con ataques aéreos e información al ataque de Hawija, algo que el bloque internacional rehúsa confirmar. Un portavoz norteamericano, John Dorrian, se ha limitado a decir que "ayudarán" a las fuerzas iraquíes, sin querer entrar en "aspectos específicos".
ÉXODO MASIVO
Hawija, con unos 200.000 habitantes, es una importante ciudad de la provincia. Como en otros territorios controlados por los yihadistas, la población que ha logrado escapar de esta zona ha denunciado los abusos que se están cometiendo.
"Todo el mundo está intentando escapar", ha explicado Um Kamal, una madre que huyó junto a sus tres hijos a través de un río. A pesar de que una mujer que viajaba cerca de ella fue alcanzada por el fuego cruzado, Um Kamaly su familia lograron llegar a un territorio controlado por las fuerzas kurdas.
Los terroristas, lastrados por sus últimas derrotas, han incrementado su brutalidad y cometen ejecuciones de forma prácticamente diaria, en algunos casos exhibiendo los cuerpos para recordar a la población lo que le ocurre a quien osa enfrentarse al autoproclamado 'califato'.
Um Yaqoub intentó escapar este verano junto a otros miembros de su familia, pero no lo logró en un primer momento. "Ejecutaron a mi primo delante de nosotros", ha dicho esta mujer, que finalmente pudo escapar --al tercer intento-- hace apenas un mes.
Durante una sola noche de la semana pasada, alrededor de 800 personas escaparon de Hawija. Muchas de estas personas han sido trasladadas a un campamento cercano a la localidad de Daquq, pero las organizaciones internacionales ya asumen que no podrán hacer frente a un éxodo que podría ser masivo.
El responsable del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en Daquq, Maulid Warfa, ha advertido de una "emergencia masiva", ya que prevé que unas 200.000 personas abandonen Mosul y sus alrededores en las dos primeras semanas de ofensiva militar.
PLAZOS
El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, ha anunciado este lunes de madrugada la operación contra Mosul que llevaba meses anticipando. El Gobierno siempre había mantenido que su objetivo era recuperar la ciudad antes de que terminase el año.
Estado Islámico se hizo con el control de Mosul en 2014 y la batalla es clave para las fuerzas que combaten al grupo yihadista, ya que la ciudad es la capital iraquí de su autoproclamado califato. Con cerca de dos millones de personas antes de que comenzaran los enfrentamientos constituye una zona de vital importancia para los milicianos en Irak.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha resaltado que "es un momento decisivo en la campaña para derrotar al grupo". "Estados Unidos y el resto de la coalición internacional están dispuestos a apoyar a las fuerzas de seguridad iraquí, los peshmerga --fuerzas de seguridad kurdas-- y el pueblo de Irak en la difícil lucha que se avecina", ha dicho el secretario de Defensa, Ash Carter.
PARTICIPACIÓN TURCA
Parte de las fuerzas iraquíes que participan en las operaciones han sido entrenadas por Turquía, a pesar de la polémica. El despliegue turco en Bashiqa ha sido motivo de disputa en las últimas semanas entre Ankara y Bagdad, hasta el punto de que el Gobierno iraquí llegó a calificar a las fuerzas turcas como "ocupantes".
Una fuente militar de Turquía ha confirmado a la agencia Reuters que "alrededor de la mitad" de los 3.000 efectivos formados participan en la operación anunciada en las últimas horas por Al Abadi, mientras que el resto esperan "en la reserva" un posible llamamiento.
En este contingente están integrados chiíes, yazidíes y cristianos, así como turcomanos. La fuente ha aclarado que "actualmente no hay ninguna participación del Ejército turco", si bien se observa la situación "de cerca" y no se descartan nuevos movimientos.