ROMA, 25 Oct. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Italia ha superado este miércoles las cinco cuestiones de confianza que se han presentado en el Senado para acelerar la aprobación de la reforma electoral, en el arranque de una batería de votaciones que deberá terminar el jueves con el visto bueno definitivo del texto.
El Ejecutivo de Paolo Gentiloni recurre a este procedimiento para evitar que sea un voto secreto, habida cuenta de la exigua mayoría de la que goza el Partido Democrático y de que cuatro de sus miembros ya han anunciado que se abstendrán sobre la reforma.
Las primeras cuestiones han salido adelante con una cómoda mayoría de 44 senadores, a pesar de que algunos teóricos aliados del Ejecutivo se han desmarcado de la línea oficial. En caso de que alguna cuestión hubiese fracasado, el Gobierno se habría visto abocado a presentar su dimisión.
La nueva ley, bautizada como 'Rosatellum', está apoyada por el Partido Democrático y por las principales formaciones conservadoras de la oposición, entre ellas la Forza Italia de Silvio Berlusconi. Favorece a los partidos que lleguen a alianzas antes de las elecciones y perjudica, por tanto, al M5S, que rechaza formar parte de ningún bloque.
El movimiento fundado por el cómico Beppe Grillo ha convocado una concentración ante lo que considera un intento del resto de partidos para perjudicar sus aspiraciones electorales. El M5S, que ha denunciado un "golpe de Estado institucional", parte como favorito en algunas encuestas de cara a los comicios de 2018.
Varios senadores del grupo han votado 'no' a las mociones con los ojos cerrados o tapados como gesto simbólico de disconformidad con esta reforma, mientras que en una plaza del centro de Roma cientos de personas han coreado consignas contra los cambios y han apelado a la "honestidad" política.
ARMONIZACIÓN
Las sucesivas sentencias del Constitucional italiano han dejado a las dos cámaras del Parlamento regidas por normas distintas y el presidente del país, Sergio Mattarella, ha reclamado la unificación de criterio antes de las próximas elecciones. El último intento de armonización tuvo lugar en junio y concluyó en fracaso.
La nueva propuesta repartiría casi dos terceras partes de los escaños del Parlamento de forma proporcional entre los partidos, mientras que el tercio restante estaría reservado a candidatos individuales. Las coaliciones necesitarían obtener el 10 por ciento de los votos a nivel nacional para obtener representación, mientras que los partidos que se presenten por libre sólo necesitarían el 3 por ciento.