El Gobierno de Libia se resiste a aceptar la propuesta de Italia para cortar el flujo de inmigrantes

Actualizado: viernes, 13 enero 2017 20:47


LA VALETA, 13 Ene. (Reuters/EP) -

El Gobierno de Libia que cuenta con el apoyo de Naciones Unidas aún no ha aceptado una serie de propuestas planteadas desde Italia para cortar el flujo de inmigrantes que llegan a las costas italianas y ha asegurado que ambas partes están "muy lejos" de llegar a un acuerdo, según ha declarado este jueves el ministro de Exteriores de Malta.

George Vella, cuyo Gobierno tiene la presidencia temporal del Consejo de la Unión Europea, ha garantizado que informará al resto de países miembros el próximo lunes sobre la conversación que ha mantenido en nombre de la Unión Europea con el primer ministro libio del Gobierno apoyado por la ONU, Fayez Seraj.

Vella ha asegurado que las autoridades libias continúan analizando la propuesta de Roma para reducir el número de personas que llegan a sus costas en embarcaciones precarias que salen desde Libia con la esperanza de ser rescatados por las autoridades italianas.

"Están muy, muy lejos", ha explicado Vella. "Sus posturas son completamente opuestas, no es una cuestión de dinero, sino un debate muy amplio. Es cuestión de lo que el Gobierno libio crea que vaya a ser mejor para los libios", ha añadido.

De acuerdo con fuentes cercanas a Bruselas, la Unión Europea espera que Italia pueda llegar a un acuerdo con Libia en materia de inmigración. Roma ha informado de que el paquete de medidas presentado ante las autoridades libias incluye la oferta de ayudarlas a controlar su frontera sur con tropas italianas.

La semana pasada, después de que el ministro italiano del Interior visitara Trípoli, su Ministerio aseguró que habían acordado con Seraj que ambos países cooperarían contra el tráfico de personas y que Roma promovería la inversión petrolera en Libia.

Italia ha vuelto a abrir su Embajada en la antigua colonia y está llevando a cabo grandes esfuerzos por disminuir el número de inmigrantes que llegan a sus costas, que en 2016 alcanzaron un récord de 180.000 personas.

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