MADRID, 14 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las autoridades malienses han confirmado que las rotaciones de los contingentes de militares y policiales de la Misión Multidimensional Integrada de Estabilización de Naciones Unidas en Malí (MINUSMA) se reanudarán este próximo lunes tras un mes de suspensión después de la polémica detención de 49 militares marfileños en el aeropuerto de la capital, Bamako.
La junta militar que gobierna Malí reaccionó a esta presencia de los militares marfileños con la suspensión de las rotaciones de la misión de la ONU, en medio de fuertes tensiones entre los militares malienses y las fuerzas de paz internacionales.
Ahora, tanto la portavoz de la MINUSMA, Myriam Dessables, como el ministro de Asuntos Exteriores de Malí, Abdoulaye Diop, han confirmado la reanudación de las actividades tras un nuevo procedimiento por el cual el Gobierno maliense estará al tanto de hasta el más mínimo movimiento de las fuerzas.
"La MINUSMA", ha declarado el ministro, "ha aceptado los nuevos procedimientos y los ha comunicado a todos los países que aportan contingentes, sin excepciones", recoge Radio France Internationale (RFI). "Todas las solicitudes de los contingentes deben pasar ahora por la MINUSMA, que debe validarlas y enviarlas a Exteriores por nota verbal", ha añadido.
En medio de la retirada de tropas francesas y occidentales por las tensiones con la junta militar maliense, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó a finales de junio una prórroga de un año del mandato de la MINUSMA en Malí hasta el 30 de junio de 2023, sin cambios en el despliegue de 13.289 militares y 1.920 policías ni en las prioridades estratégicas.
La extensión del mandato de la MINUSMA llega después de que Francia y sus aliados anunciaran en febrero de los efectivos desplegados en el marco de la operación 'Barkhane' y la Fuerza Takuba, enviados a Malí para ayudar a Bamako en la lucha contra el yihadismo, ante las tensiones con la junta militar en el país africano.
Las tensiones han ido al alza durante los últimos meses por el anuncio de la junta militar de alargar el proceso de transición y por el supuesto despliegue de mercenarios del Grupo Wagner, algo que ha sido negado desde Bamako y Moscú, que hablan de cooperación militar regular.
El Gobierno de transición ha admitido la presencia de instructores militares rusos en el país, bajo un mandato parecido al que otorgaron a la misión de entrenamiento de la Unión Europea, en medio de las suspicacias occidentales por el aumento de la influencia rusa en África.